Uno de los aspectos centrales de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es la seguridad y fundamental en ese aspecto es su limusina, llamada “La Bestia” por sus particulares características.
“La Bestia” pesa casi siete toneladas y tiene su propio avión para ser transportada por el mundo, posee cristales de 12 centímetros de espesor y puertas de avión.
En ella hay sangre del propio Obama, oxígeno de reserva y hasta un lanzagranadas para “situaciones críticas”. Lo curioso es que funciona a gasoil, pero eso se debe a que es un combustible que se consigue en todo el mundo.
Además, los neumáticos son de kevlar (el mismo material con el que se diseñan los trajes de los superhéroes), lo cual asegura su funcionamiento aunque reciba disparos.
