Murió el bombero baleado por delincuentes en Almirante Brown

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Un bombero que había sido baleado en la cabeza durante un raid delictivo cometido en Almirante Brown murió tras haber permanecido 12 días internado en un hospital de ese partido bonaerense, informaron hoy fuentes policiales.

Se trata de César Mateos (54), quien se convirtió en el tercer fallecido por ese hecho ya que anteriormente habían muerto el policía Maximiliano Garay (22) y uno de los delincuentes identificado como Franco Maximiliano Gómez (19).

“Me soltaste la mano, hoy tengo un gran dolor, ya no voy a escuchar tu ‘hola flaca’. Fuiste un Hijo ejemplar, esposo y padre, hoy un ángel nos dejó, no tengo más lagrimas y que Dios te ilumine”, publicó en Facebook la hermana de Mateos.

Fuentes policiales informaron a Télam que el bombero baleado murió anoche en el Hospital Lucio Menéndez de la localidad de Adrogué, en Almirante Brown, donde estaba internado desde el lunes 16 de mayo pasado.

Ese día, un joven fue asaltado por un grupo de delincuentes armados que le robaron una camioneta Dodge Ram en jurisdicción de Glew. Vecinos que pasaron por el lugar llamaron al número de emergencias 911 y se irradió un alerta por la zona con el objetivo de detener a los asaltantes.

Según las fuentes, dos efectivos de la comisaría 4ta. de Longchamps que iban a bordo de un patrullero observaron el paso de la camioneta con tres ocupantes.

El conductor del vehículo sustraído embistió el móvil en el que iban Garay, quien quedó dentro del rodado en muy grave estado y murió dos días después, mientras que el otro efectivo sufrió heridas leves.

Los delincuentes continuaron la huida a pie hasta que en el cruce de las calles Alsina y Simón Bolívar, en inmediaciones de la estación de trenes de Longchamps, intentaron robar una Renault Kangoo.

Sin embargo, otros policías que llegaron alertados por el raid vieron la maniobra y dieron la voz de “alto”, por lo que comenzó un tiroteo que culminó con uno de los supuestos ladrones muerto.

Además, el bombero voluntario de la localidad bonaerense de Guernica, partido de Presidente Perón, que pasaba por el lugar, recibió un balazo en la cabeza.

Ambos policías fueron trasladados de urgencia a un centro asistencial zonal, donde Garay murió como consecuencia de las heridas y Mateos fue llevado al hospital de Adrogué, donde finalmente falleció.