Tres vecinos quedaron a un paso de ser juzgados por el linchamiento de un presunto ladrón ocurrido en la ciudad de Córdoba, en julio del año pasado. Esa vez, José Luis Díaz, de 23 años, recibió una paliza que le provocó la muerte cuando -con un revólver de juguete- intentó asaltar a un chico.
El fiscal de la causa, Rubén Caro, señaló que los tres están acusados de homicidio en riña. En un comienzo fueron siete los imputados, pero cuatro fueron sobreseídos por el beneficio de la duda. Todos son vecinos de Quebrada de las Rosas, el barrio donde se produjo el hecho. Ninguno de los atacantes era familiar del menor de 16 años que era asaltado por Díaz, publica el diario La Nación.
El delito que les atribuye el fiscal contempla penas que van de uno a seis años de prisión. El pedido de elevación a juicio dictaminado por Caro será revisado por la Justicia de Control y, eventualmente, por la Cámara de Acusación local.
Cuando el adolescente asaltado se dio cuenta de que el arma de Díaz era de juguete empezó a forcejear; se sumaron otros vecinos, hasta formar un grupo de alrededor de diez personas que golpearon al ladrón; un cómplice de Díaz, Claudio Ceballos, escapó. Fue detenido al día siguiente y ahora espera ser juzgado por la Cámara 11» del Crimen.
Unas dos semanas después del ataque, Díaz murió en el hospital de urgencias por las lesiones que le provocaron los múltiples golpes. Isabel, su madre de crianza, dijo que ella no sabía que su hijo era supuestamente un ladrón, pero insistió en que, de haber sido así, debió haber sido entregado a la policía. “No falleció, lo mataron. Mi hijo habrá sido un delincuente, pero ellos son asesinos”, sostuvo.
A Caro le llevó mucho tiempo y un arduo trabajo de investigación identificar a quienes participaron en la golpiza; es que en un comienzo hubo una suerte de “pacto de silencio” entre los vecinos.
