Cuatro hermanos, entre ellos dos mujeres, fueron condenados a penas de hasta 16 años y medio de prisión por 21 robos y 14 abusos sexuales ocurridos entre 2010 y 2013 en distintos parques de los barrios porteños de Saavedra y Núñez, donde atacaban a chicas o a parejas, informó la Procuración General de la Nación.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal número 10, integrado por los jueces Alejandro Martín Becerra, Silvia Mora y Guillermo Yacobucci, mientras que la acusación estuvo a cargo del fiscal Carlos Giménez Bauer.
Según informó la Procuración General de la Nación, la pena más alta, de 16 años y seis meses, la recibió Gabriel Jonathan Tévez (27), que era el líder de la banda, integrada además por otro hermano y dos hermanas.
Según se acreditó en el debate, Tévez concurría a distintos parques y plazas de la ciudad, a bordo de una moto, a veces solo y otras en compañía de alguno de sus hermanos.
En general, la banda abordaba a grupos de amigas o parejas que estaban en el lugar, les preguntaban sí habían visto a una persona (por ejemplo “el rasta” o “el que vende droga”), y luego exhibían armas y les decían que se trataba de un robo.
Los damnificados eran obligados a entregarles sus teléfonos celulares, cámaras fotográficas, dinero y otras pertenencias que tuvieran consigo.
Asimismo, a veces, alguno de los hermanos tomaba alguna víctima y la llevaba a un lugar apartado, donde la manoseaba o la obligaba a practicarle sexo oral, tras lo cual todos se retiraban del lugar.
La mayoría de las víctimas fueron chicas de entre 12 y 17 años.
Los jueces consideraron que este imputado fue autor de diez robos simples y coautor de ocho robos simples, en concurso real entre sí, que concurren materialmente con tres robos agravados por el uso de arma de fuego.
También lo consideraron responsable de ocho abusos sexuales simples, tres abusos sexuales con acceso carnal y coautor de dos abusos sexuales simples.
Como el condenado tenía penas anteriores, unificaron la sentencia en 16 años y medio de prisión.
Tévez había sido detenido en el marco de una causa que tenía a su cargo el fiscal José María Campagnoli, quien en varios allanamientos había hallado teléfonos celulares, tarjetas de memoria y chips.
Esos elementos fueron analizados por la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), que depende de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos con Autor Desconocido (UFIDAD), y permitieron la identificación del imputado en junio de 2013.
Al ser detenido, el joven llevaba seis meses prófugo, ya que había sido declarado en rebeldía en diciembre de 2012.
En ese momento abandonó su casa de la localidad bonaerense de San Isidro, se tiñó y se cortó el pelo, pero igual siguió atacando.
Otra de las condenadas es Vanesa Paola Tévez, quien también tenía una condena previa, y los jueces le aplicaron tres años de prisión en suspenso tras considerarla “autora de un abuso sexual simple y coautora de tres robos agravados por el uso de arma de fuego, en concurso real con dos robos simples”.
Por su parte, a Romina Jeanete Tévez (23) se le unificó la sanción de un proceso anterior y se la condenó a la pena de tres años de prisión en suspenso por ser coautora de “tres robos simples, en concurso real con el delito de abuso sexual en el que intervino como participe necesaria”.
Finalmente, Emiliano Tévez fue condenado a ocho meses de prisión en suspenso como coautor de un robo simple.
