Los investigadores del crimen de María Cecilia “Tati” Caviglia secuestraron un auto que se sospecha fue el usado para trasladar la valija con el cadáver de la víctima hasta el sitio donde apareció calcinada a la vera de la ruta 2, en Dolores, lo que puede complicar al acusado de ser autor del crimen, Joel Báez, y beneficiar a sus hijastros imputados por encubrimiento.

Fuentes de la investigación informaron que se trata de un Renault Clio que Báez (29) lo usaba como remís y que fue secuestrado por efectivos de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA) en la localidad bonaerense de Ezpeleta.

Según las fuentes, el paso de ese Clío -patente POQ932-, quedó registrado por las cámaras del peaje de la ruta 2 en Samborombón alrededor de las 23.20 del 25 de agosto -día del crimen-, en sentido hacia la costa atlántica y a las 2 de la madrugada, de regreso hacia Buenos Aires.

Los horarios encajan con los establecidos en la investigación, ya que a las 0.44 de aquel 26 de agosto, un hombre quedó grabado en la estación de servicio YPF del Automóvil Club Argentino (ACA) de Dolores comprando un bidón de nafta y a la 1.30 los bomberos apagaron la valija incendiada que contenía el cadáver.

Los investigadores creen que alguno de los dos imputados fue el captado por las cámaras del ACA, pero fuentes judiciales indicaron hoy a Télam que las ruedas de reconocimiento realizadas con los playeros y testigos de esa compra de nafta en un bidón, dieron resultado negativo tanto para Báez como para el otro detenido que tiene la causa, el ex empleado de la víctima, Ezequiel Víctor Blanco (29).

El juez que subroga el Juzgado de Instrucción 11 donde tramita la causa, Pablo Ormaechea, debe resolver en los próximos días la situación procesal de Blanco y de Báez, quienes fueron apresados acusados de “homicidio criminis causa y robo”.

Los otros dos detenidos que tenía la causa eran los hijastros de Báez, el estudiante de enfermería Juan Arturo Ramírez García (22) y el colectivero Víctor Adrián Ramírez García (24), quienes en las últimas horas fueron liberados por el magistrado, ya que están imputados por “encubrimiento”, un delito excarcelable.

La aparición de este Renault Clio que para el juez Ormaechea, la fiscal Ana Yacobucci y los detectives de Homicidios de la PFA, fue el auto empleado para trasladar el cadáver hasta Dolores, podría beneficiar a los hermanos Ramírez García y desincriminarlos de la causa.

Es que ambos fueron detenidos cuando un testigo declaró que ellos habían pintado de negro un taxi Chevrolet Aveo que solía manejar su padrastro y la sospecha era que lo habían hecho a pedido de Báez para cambiar el aspecto del auto que podría haber usado para trasladar el cuerpo de Caviglia.

Si ahora se comprueba que el auto del traslado es el Clio, esa acusación quedaría sin fundamento.

Caviglia (50) era dueña de “La Casa de Tati”, un hostel ubicado en avenida Independencia 1636 de San Cristóbal que también funcionaba como salón de baile de tango.

Allí trabajaba hacía varios años el acusado Blanco, un viejo amigo de Báez y que a fines de agosto le consiguió a éste un puesto laboral en el hostel.

Si bien Blanco no declaró en su indagatoria, mientras estuvo prófugo realizó una presentación judicial y una entrevista al diario El Sol de Quilmes en el que culpó a Báez del homicidio de Caviglia.

En su descargo, Blanco contó que luego de cometer el crimen, su amigo lo obligó a viajar con él a Jujuy desde donde ambos cruzaron a Bolivia, aunque el primero negó haber salido del país y dijo que regresó inmediatamente para buscar asesoramiento jurídico.

La desaparición de “Tati”, conocida en el ámbito del tango y las milongas porteñas, se produjo la noche del 25 de agosto último y fue denunciada al día siguiente por una amiga que estaba preocupada porque la víctima se había ausentado, igual que su empleado Blanco, y no se conectaba al Whatsapp.

El 26 de agosto a la madrugada, el cadáver calcinado de una mujer fue hallado dentro de una valija que fue prendida fuego con combustible en un árbol ubicado en el kilómetro 222 de la ruta 2, en Dolores.

La autopsia determinó que la mujer había sido asesinada a puñaladas y recién varios días más tarde de ese hallazgo los investigadores pudieron confirmar con un cotejo dactiloscópico que la víctima era Caviglia.