El lugar exhibe la opulencia y la impunidad con la que se manejaban los narcos: una casona con siete habitaciones –tres de ellas, con jacuzzi privado–, caballeriza y hasta una pileta con la forma del ratón Mickey. Todo montado en un predio de tres hectáreas. Nada de discreción. La mansión, ubicada en la localidad de Pérez (al oeste del Gran Rosario), pertenecía a la poderosa banda narco “Los Monos” y un fallo judicial dispuso decomisarla –junto a otras seis propiedades y 55 automóviles– y que pase a manos del Estado.
Ahora, un senador elevó un proyecto en la Legislatura provincial para que el lugar se convierta en un centro para la atención de adictos. Se trata, en rigor, de una vieja aspiración de “Madres Solidarias”, una ONG que batalla desde hace años contra el negocio narco, según publica el diario Clarín.
“El hecho marca un hito para Santa Fe en la desarticulación de redes criminales. Debemos destinar estos recursos para la prevención y contención de quienes sufren alguna adicción y de su entorno. Es un mensaje fuerte para el narcotráfico y para la sociedad”, opinó, en diálogo con LT10, el senador Emilio Jatón.
El legislador pretende que todos los bienes confiscados queden en poder de la flamante Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones de Santa Fe.
La mansión es el bien más emblemático de los que se decomisaron a “Los Monos”. Los jueces entendieron que era “central al castigo socavar las bases materiales que le dan vida y sustento” al grupo. La medida se tomó en el marco de una causa en la que se condenó a integrantes de la banda por formar una asociación ilícita.
La Justicia determinó que Ariel “Guille” Cantero, líder de “Los Monos”, adquirió la casa –una hipótesis es que se la cedieron por una deuda vinculada a las drogas– y la puso a nombre de Vanesa Barrios, su pareja. La joven está procesada: siguiendo órdenes de Cantero se convirtió en una pieza clave para continuar con el negocio narco.
