Dos hombres de nacionalidad ecuatoriana y uno colombiana fueron detenidos acusados de haber asesinado a balazos el lunes pasado al mecánico Gustavo Vázquez, en la localidad de La Banda, a 7 kilómetros de la capital santiagueña, informaron fuentes judiciales.
Se trata del colombiano Rios Giraldo Aldanuber (41) y los ecuatorianos Luis Enrique Ramos Moran (43) y Ario Javier Rodriguez Alvarado (33), acusados de matar de un balazo en la nuca al mecánico de motos.
Los extranjeros fueron aprehendidos cerca de la medianoche de ayer en distintos procedimientos y allanamientos realizados en los barrios 25 de Mayo, 540 Viviendas y Las Moras, de La Banda.
Durante un rastrillaje y en una zona de tupida vegetación, en el acceso norte a La Banda, la policía encontró un arma de fuego que sospechan fue utilizada para cometer el asesinato.
Se trata de una pistola calibre 9 milímetros que -se cree- fue arrojada por uno de los asesinos en un lugar conocido como “El Tabique” en la que se elaboran ladrillos para la construcción.
Por disposición del fiscal Juan Alende se ordenó que el arma sea peritada en un gabinete de Gendarmería Nacional en el que se comparará con el plomo de la bala que fue encontrada en la escena del crimen.
Los investigadores de la División Homicidios y Delitos Complejos de la policía provincial sospechan que los detenidos tuvieron directa participación en el crimen de Vásquez, tras observar varias cámaras de Alerta Banda instaladas en cercanías del taller y escuchar e testimonio de vecinos del lugar.
Entre las principales hipótesis, la policía no descarta un posible “ajuste de cuentas” por préstamos ilegales de dinero y otros negocios compartidos por la víctima y sus victimarios.
Vásquez, apodado “El Cordobés”, fue asesinado el lunes pasado, a los pocos minutos de abrir su taller de motocicletas, ubicado en avenida Belgrano al 200, a pocos metros de la Departamental 2 y la Alcaidía de La Banda.
De acuerdo a los resultados de la autopsia realizada en la Morgue Judicial, Vásquez fue asesinado de un balazo que le ingresó a la altura de la nuca con orificio de salida en la frente, cuando inicialmente se se había indicado que murió de un violento golpe en la cabeza con un elemento contundente.
En la misma vivienda y en un dormitorio ubicado en la parte trasera del taller, la policía secuestró de 300.000 pesos, 7.000 dolares y joyas por un valor aún no estimado.
Los distintos procedimientos fueron ordenados por el juez de Control y Garantías de la Banda, Raúl Santucho (h).
