Motochorros robaron a mazazos en un oratorio de City Bell

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“No respetan nada”, fue el comentario que más se replicó ayer en las redes sociales que dieron cuenta de un robo insólito en la localidad de City Bell, en el partido de La Plata. Sucedió a plena luz del día, por “obra y gracia” de dos motochorros que irrumpieron en un oratorio y destrozaron a mazazos el vidrio que protegía la Custodia con Jesús Sacramentado (una pieza de orfebrería donde se colocan las hostias después de consagradas), para llevárselo en cuestión de segundos y ante la aterrorizada mirada de una mujer que estaba rezando.

La denuncia que radicó el sacerdote Hernán Andrés Emundini (41), según publica el diario El Día, da cuenta de que todo ocurrió a las 15.30 en un oratorio situado en 464 entre 21 y 21A, que funciona las 24 horas a metros de la Capilla de Adoración Perpetua.

Una mujer estaba allí rezando cuando la sorprendió la llegada de dos hombres que bajaron de una moto roja, con una maza en la mano.

“Rompieron el vidrio blindado y sacaron la custodia con el Santísimo y se dieron a la fuga”, explicó un jefe policial, agregando que los delincuentes dejaron la maza en la escena.

La pieza sustraída “tiene un metro de altura y es bastante pesada”, contó Tatiana (27), adoradora de la capilla de Adoración Perpetua, mientras que la Policía descartó que fuera de oro o de cobre. “Tiene un baño de cromo”, aclaró la misma fuente.

Lo concreto es que los motochorros escaparon por la calle 464 y hasta anoche no habían sido identificados.

Los feligreses llamaron al 911 y al lugar arribaron rápidamente los policías de la comisaría Décima y su jefe, Juan Claure, quienes escucharon a los testigos, buscaron cámaras y desplegaron un operativo cerrojo para dar con los ladrones. Más tarde llegaron los peritos de Policía Científica, para secuestrar la maza y buscaron rastros en el sector donde ocurrió todo.

El oratorio es un reducto de ocho metros de largo por tres de ancho, que está abierto las 24 horas para albergar a todos los fieles que se acercan a rezar.

Por eso es que el episodio caló tan hondo en esa comunidad.