Un sacerdote platense sufrió dos robos en sólo una semana

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Diario El Día

Un cura párroco sufrió dos robos en sólo una semana. Ambos casos ocurrieron en la iglesia donde se desempeña, Nuestra Señora de Pompeya, ubicada en 19 y 62. Los episodios recién se empiezan a investigar, señaló el diario El Día de La Plata.

Primero, los delincuentes accedieron en una casa construida en el mismo predio, sobre 62, donde aparentemente vive el sacerdote.

Aquel episodio sucedió el domingo de la semana pasada, poco después de las 20, justo cuando el presbítero Américo Aguirre estaba dando la misa, según contaron fuentes del caso. Los intrusos habrían barreteado las rejas de una cocina para luego revisar la vivienda y llevarse una cantidad de plata que no trascendió.

De acuerdo a esos mismos voceros, parte de ese dinero eran de la limosna que la gente había dejado en misas anteriores. Además, los asaltantes se llevaron el celular del cura. Con ese botín se escaparon sin que nadie alcanzara a detectar nada raro.

Cuando el comentario de ese robo todavía estaba fresco en el barrio, y sin que siquiera se sepa cuántos ladrones actuaron ni en qué vehículo andaban, ayer volvió a pasar lo mismo.

El escenario esta vez fue la propia iglesia, de acuerdo a lo que trascendió. Lo llamativo fue que también volvió a ocurrir en momentos en que el sacerdote estaba dando la misa, aunque ahora fue a la mañana, alrededor de las 11.30.

Los ladrones destruyeron una puerta de la secretaría del templo, aparentemente una oficina usada por el cura, en la que al parecer no había nada de valor que a los asaltantes les sirviera.

Por ese motivo habría sido que, sin nada que robar, los delincuentes se desquitaron con violencia. “Empezaron rompiendo todo y tirando cosas por el suelo, como si se quisieran vengar de que no había plata”, especuló uno de los informantes.

Se esperaba que el presbítero hiciera la denuncia policial en las horas siguientes de descubierto el hecho, del que tampoco se tiene información adicional. Por el momento, la única hipótesis firme es que ambos casos fueron provocados por los mismos delincuentes.