El Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N°1 confirmó el procesamiento de una pareja acusada de cometer lesiones agravadas por el vínculo durante un unos 45 días a su bebé de tres meses.
Para el juez Hernán López, existen pruebas suficientes para demostrar que, mediante golpes, tironeos y zamarreos, los imputados lesionaron de gravedad a niño entre el 12 de marzo y el 14 de abril.
La investigación se inició a partir de una denuncia radicada por la directora de la Guardia Jurídica Permanente del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A mediados de abril, el bebé había ingresado a la guardia del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, donde estuvo internado. En esa ocasión, los padres aseguraron que las lesiones que presentaba eran producto de haberse caído de su cochecito y de los posteriores intentos de reanimación por parte del padre, en el mes de marzo.
Los informes médicos dan cuenta de una multiplicidad de fracturas que no resultan compatibles con la corta edad del niño -ya que entre los tres y los cuatro meses no gatea ni camina- ni con los argumentos de los acusados. De las tres fracturas, solamente una era de vieja data. Las otras dos no se encontraban solidificadas, por lo que los peritos determinaron que eran recientes. Además, las lesiones en los brazos son compatibles con bruscos tirones para levantarlo tomado desde sus brazos o muñecas.
El análisis clínico concluyó que, como consecuencia de su accionar, la pareja le produjo al bebé fracturas óseas a nivel del 7° y 8° arco costal; otra a nivel del 6° arco costal que presenta callosidad y metástasis distal del radio. También, despegamiento perióstico en tercio distal del húmero, radio y cúbito del brazo izquierdo e igual sintomatología del húmero y radio derecho, además de irregularidades óseas en el área distal de ambos fémures y una lesión cicatricial en el iris del ojo derecho.
Tras la intervención del Ministerio Público Fiscal, se les tomó declaración indagatoria a los imputados, a requerimiento del titular de la Fiscalía Nacional de Instrucción N°21, Carlos Alberto Vasser. Según los informes de los especialistas, ambos padres presentaron relatos confusos y no coincidentes respecto a las lesiones, cierta agresividad en el discurso y negación de la situación, por lo que se concluyó que el bebé se encontraba en una situación de alto riesgo al estar al cuidado de sus progenitores.
Los testimonios de los especialistas permitieron inferir que los agresores habrían participado activamente en las lesiones de su hijo y procuraban mantenerlo oculto, por lo que se estaría en presencia del síndrome del niño maltratado con ALTE: “Evento de aparente amenaza de vida”.
Para el juez, las pruebas indican no sólo la falta del cuidado que los padres le daban al menor, sino también que temían hospitalizarlo porque sabían de que esa forma se pondría al descubierto su estado físico, y que su dolo está probado ya que su conducta no podía tener otro objetivo sino el de causar un daño en el cuerpo o en la salud de la víctima.
Por ello, procesó a ambos por el delito de lesiones graves agravadas por el vínculo en diversas oportunidades en calidad de coautores del hecho. La penalidad prevista para esta figura es de tres a diez años de prisión, pero ambos imputados continuarán el proceso en libertad ya que, como han estado siempre a derecho, no se puede presumir que exista peligro procesal por fuga o entorpecimiento del proceso.
