Para el fiscal, Carrascosa podría alterar la escena si vuelve a El Carmel

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Carlos Carrascosa.

El fiscal que se opuso ayer a que Carlos Carrascosa vuelva a su casa del country Carmel de Pilar a cumplir su prisión domiciliaria, argumentó que existe la posibilidad de que haya un nuevo juicio y, si eso ocurre, el viudo tendría la chance de alterar la escena del crimen donde hace 13 años fue asesinada su esposa María Marta García Belsunce.

Así surge del dictamen del fiscal de Ejecución Penal de San Isidro Luis Angelini, que ahora será analizado, junto al planteo de la defensa de Carrascosa, por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro, que será el que tome la decisión de aceptar o rechazar la vuelta del viudo al Carmel Country Club de Pilar.

En el dictamen –al que tuvo acceso Télam-, Angelini explica que una de las posibilidades de la revisión que, por orden de la Corte Suprema de la Nación, debe hacerse del fallo condenatorio de Carrascosa, es que “se produzca un nuevo juicio”.

“Si esto acaeciera, no puede descartarse, a su vez, la necesidad de producir prueba nueva o reeditarse la que se hubiere producido”, dice el fiscal.
Angelini luego afirma que “la pretensión del causante de tomar posesión de la escena del crimen (el domicilio ahora propuesto) supone la probabilidad cierta de alterarla y, como tal, este extremo indica un riego procesal por entorpecimiento probatorio”.

“En mi opinión, el requerimiento del encausado de regresar actualmente al domicilio de la escena del crimen, se muestra prematuro. Como tal, debe rechazarse”, concluye el dictamen.

La casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce si bien fue la escena de un crimen, no se encuentra con ninguna restricción judicial ni con custodia e incluso actualmente está habitada por un arquitecto amigo del viudo que se mudaría si la Justicia le otorga al imputado este cambio de domicilio.

De todas formas en la casa no se hicieron reformas que la alteraran y, por ejemplo, el baño de la planta superior -que fue el sitio donde a María Marta la remataron de cinco tiros en el cráneo y apareció semisumerguida en la bañera-, continúa intacto y fue uno de los sitios donde se hicieron inspecciones oculares en los dos juicios orales que hubo por el caso en 2007 y 2011.

El pedido de volver a Carmel fue formulado hace un par de semanas por los abogados del viudo, Fernando Díaz Cantón y Adrián Murcho ante el TOC 6.
Como el beneficio de la prisión domiciliaria monitoreada por pulsera electrónica ya está otorgado desde febrero de este año, lo único que ahora deben evaluar los jueces María Angélica Etcheverry, Federico Tuya y Débora Ramírez es si la casa del Carmel reúne las condiciones para alojar a Carrascosa.

La defensa se encargó de chequear con el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que el control satelital de la tobillera electrónica que Carrascosa tiene colocada funcionará a la perfección con la línea telefónica de la casa de Carmel.

Además, en el pedido, Carrascosa puso como garante a su ahijado Michael Taylor (h), quien ya vive en Carmel pero se mudaría con su padrino en caso de que la Justicia le otorgue este beneficio.

Según las fuentes consultadas, para convencer a los jueces, Carrascosa también presentó ante el TOC 6 una carta en la que las autoridades del barrio cerrado manifiestan que el country está en condiciones de recibirlo, y además, se instaló un botón antipánico para estar en permanente comunicación cuatro casas de amigos.

El viudo abandonó la cárcel de Campana el 5 de febrero pasado, cuando por una resolución del mismo TOC 6, se le otorgó la domiciliaria luego de que el 13 de diciembre pasado cumpliera los 70 años y de que su defensa depositara una fianza de un millón de pesos.

El ex agente de bolsa fue trasladado desde la Unidad 41 de Campana donde estaba preso desde 2009, hasta la casa de un amigo jubilado, Héctor Liñeiro, en el country CUBE de Escobar, donde actualmente está alojado.

La socióloga García Belsunce (50) apareció muerta el 27 de octubre de 2002 semisumergida en la bañera de su casa del country Carmel de Pilar y la primera versión,
según la familia, era que había sufrido un accidente doméstico mientras se preparaba para un baño.

La autopsia reveló, 36 dí­as más tarde, que en realidad había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y, por el caso, fueron condenados su marido como autor del asesinato y luego, por el encubrimiento, tres familiares, un vecino y un médico.