Le negaron la prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz

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El juez federal de La Plata, Enrique Kreplac denegó el arresto domiciliario al ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz, preso en Ezeiza, aunque dispuso su traslado a un hospital fuera de la cárcel debido al estado de salud que padece el condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad.

En el fallo, al que tuvo acceso Télam, el magistrado dispuso “la internación del imputado en un hospital extramuros que reúna las condiciones médicas acordes al estado de salud de Etchecolatz”.

Ordenó que “a tal fin, los profesionales médicos del Servicio Penitenciario Federal deberán tomar en consideración la cobertura médica que tuviere el imputado, así como los criterios que se desprenden del informe del Cuerpo Médico Forense”.

También dispuso que “deberá dejarse expresamente de manifiesto que los médicos que en definitiva traten a Miguel Osvaldo Etchecolatz se encuentran autorizados a proceder a la alimentación o medicación forzada en el supuesto de que, según el recto criterio profesional, existiera grave riesgo para su salud, siempre en la medida necesaria y con extremo respeto por su dignidad humana”.

El fallo, que fue firmado el pasado viernes pero recién se conoció hoy, se produce mientras se espera el fallo del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que con los votos de los subrogantes Germán Castelli y Jorge Michelle, concedió a Etchecolatz el arresto domiciliario por sus 87 años, la hipertensión que padece y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Sin embargo, la medida no se efectivizó y Etchecolatz continuaba alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza por estar también bajo prisión preventiva a disposición de otros jueces en otros expedientes, consignaron fuentes tribunalicias.

Para otorgarle la internación en un hospital extramuros, Kreplak tuvo en cuenta un informe pericial de clínica médica que reveló que el represor “cursa un cuadro de deterioro físico importante dada la huelga de hambre que está realizando, lo que motiva la necesidad de su internación fuera de la cárcel para su mejor control clínico y de laboratorio”.

Sin embargo, el magistrado le negó el arresto domiciliario debido a que, según los expertos intervinientes, “el deterioro de su estado de salud general deriva de su decisión voluntaria y libre de someterse a una medida de fuerza consistente en la negativa a ingerir alimentos y recibir medicación”.

“De este modo, no corresponde hacer lugar al planteo de la defensa del imputado, toda vez que la evaluación conjunta de las diversas circunstancias relevantes del caso arroja que su estado de salud no es lo suficientemente grave a tal fin sino que, por el contrario, es su propia conducta voluntaria”, concluyó el juez.