Internos de una cárcel bonaerense restauraron siete sillas de ruedas y repararon electrodomésticos para beneficiar a 32 abuelos alojado en un Hogar de Ancianos, en el marco de las actividades solidarias que se impulsan desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
La singular experiencia se desarrolló en la Unidad 30 General Alvear, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, donde los privados de libertad dejaron en óptimas condiciones siete sillas de ruedas y arreglaron un lavarropas, un secarropas y una plancha industrial.
Todos los elementos mencionados beneficiarán a los integrantes de la tercera edad que pasan sus días en el Hogar de Ancianos “Abuelos Alvearenses”, luego de una comunicación institucional efectuada entre las autoridades de esa entidad y las autoridades del establecimiento carcelario.
“Las sillas de ruedas estaban en desuso y gracias a la donación de la mano de obra de los internos, volvieron a tener utilidad. Se trata de un emprendimiento solidario en el que los privados de libertad pusieron en práctica los conocimientos adquiridos en los cursos de capacitación laboral. Esa es la idea: conjugar la formación en oficios con servicio a la comunidad”, explicó Marcelo Inchauspe, director de la Unidad 30.
Los internos solidarios recibieron instrucción en herrería, pintura, electricidad y tapicería mediante el Programa Tratamental Cursos No Formales dentro del Área de Formación Técnica y Oficios.
La entrega de los de los elementos restaurados se desarrolló este lunes en el Hogar de Ancianos, participando de la misma el Director de la Institución beneficiada, Fernando De Paula, el Director de la Unidad Nº 30, el Jefe de Talleres del penal, Sebastián Fernández, junto al Personal del Hogar y los abuelos.
Inchauspe expresó su deseo de colaborar con las instituciones que se encuentran en la comunidad dentro de un marco de apertura de la cárcel a la sociedad, promovido por la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El funcionario penitenciario resaltó la gratitud y el afecto recibido por los abuelos. “El cariño que nos manifestaron nos motiva a continuar ejecutando cada uno de los trabajos requeridos por las diferentes entidades de bien público”, señaló Inchauspe.