Cinco niños y dos bebés, las otras víctimas que dejó el crimen de Sheila

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El 30 de junio pasado Leonela Ayala (25) posteó una imagen de su última ecografía. Lo hizo desde su cuenta de Facebook. La tía y madrina de Sheila, la joven detenida junto a su esposo por el crimen de la nena de 10 años, estaba embarazada de cinco meses, motivo más que suficiente como para compartir su felicidad con sus contactos. Cuatro meses después, en la maternidad Eva Perón de Malvinas Argentinas y con custodia policial en la puerta, parió a su cuatro hijo pero casi no lo conoció. Fue el viernes pasado a las 16.16, según figura en el certificado de nacimiento. Ese fue el primer y único contacto que tuvo con su bebé, porque la justicia ya había resuelto quitarle la tenencia del recién nacido y de sus otros hijos de 8, 7 y 1 años.

Leonela está acusada por “homicidio agravado por alevosía”, un delito que prevé una condena a prisión perpetua. Desde el lunes pasado se encuentra alojada en la alcaidía penitenciaria N° 3 de La Plata, en una celda individual y aislada del resto de la población. Su marido y presunto autor material del crimen, Fabián González Rojas (24), fue enviado a la alcaldía de San Martín. La acusación contra él es más grave porque el fiscal de instrucción le imputó también la figura de femicidio.

Según publica el diario Perfil, el bebé de los tíos de Sheila fue entregado a una familia solidaria, una medida de resguardo transitoria hasta que la justicia resuelva si lo da en adopción o reintegra a su familia biológica.

Los padres sustitutos del recien nacido no podrán pedir ni acceder a la adopción definitiva del menor en custodia, porque esa es una condición necesaria para formar parte del programa de familias de abrigo.

¿Cuánto tiempo puede estar el bebé con la familia solidaria? “No hay un plazo -responde una fuente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires-, sobre todo cuando se trata de recién nacidos. En el caso de los hogares son 180 días, se hace una primera evaluación con la justicia y después se puede renovar o dar en adopción, pero depende de cada caso”.

De acuerdo a los voceros, el bebé de Leonela nació con un peso de 3,100 kilos y se encuentra en perfecto estado de salud.

Sus hermanitos de 8, 7 y 1 años fueron enviados a un hogar de menores apenas la justicia ordenó la detención de sus padres.

“Esta es una situación complicada, no es algo habitual. A veces se busca un familiar cercano, un tio, abuelo o primo que los pueda tener, pero por la complejidad del caso esta vez no se permitió que sea un familiar”, explican desde la cartera de desarrollo social, a cargo de Santiago López Medrano.

Los chicos fueron enviados a un hogar del interior. Los más grandes, que están en edad escolar, probablemente completen sus estudios con un refuerzo docente en el lugar donde están alojados porque faltan dos meses para el cierre del ciclo lectivo.

El crimen de Sheila provocó una enorme grieta en la familia de la víctima. La intervención de la justicia en la búsqueda y el posterior hallazgo del cuerpo de la nena también sirvió para advertir a tiempo el riesgo que estaban corriendo los hijos de los protagonistas de un caso que hace una semana conmovió al país.

Sheila tenía tres hermanitos de 11, 6 y 4 años. Al igual que sus primos fueron enviados a un hogar en el que permanecerán por los próximos 180 días.

La medida se tomó un día después de la denuncia por la desaparición de Sheila, cuando las autoridades advirtieron que los chicos estaban con “problemas de cuidado importante, de salud y alimentación”.

Los menores fueron asistidos en un hospital de la zona por cuestiones tecnicas. Alli fueron sometidos a una serie de estudios de rutina y durmieron la primera noche. Al día siguiente fueron trasladados a un hogar, donde no pueden recibir a sus padres porque ellos tienen una prohibición de acercamiento.

“Lo más dificil fue comunicarles la noticia de la desaparición y la muerte de su hermanita”, cuenta otra fuente. En la nueva casa los chicos sólo pueden ver dibujitos. Los asistentes sociales y las personas que los asisten están pendientes de ellos para que no vean ni de reojo un canal de noticias. Ya sufrieron demasiado.