Una joven de 19 años murió y otra amiga se encuentra internada en terapia intensiva, luego de que un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que manejaba borracho atropelló con su auto la moto en la que las chicas viajaban en la localidad bonaerense de Marcos Paz, informaron hoy fuentes policiales.

La Dirección del SPF emitió esta tarde un comunicado en el que aseguró que el agente involucrado, identificado como Angel Hugo Vega, quien tras ser atendido por un médico permanece en libertad, se encuentra suspendido de manera preventiva y será desplazado de su puesto.

El texto oficial señaló además que en el momento del siniestro, Vega “no se encontraba prestando servicios ni tampoco transitaba desde o hacia su trabajo”, sino que “circulaba en su automóvil particular, en un acto individual y meramente personal”.

“Ante la gravedad del hecho, en términos de ética y de lo que esta Institución pregona como funcionarios públicos, el causante se encuentra preventivamente suspendido hasta tanto finalice el procedimiento administrativo mediante el cual será apartado de la Institución”, agregó el comunicado.

El hecho ocurrió a la medianoche cuando el Chevrolet Celta de Vega impactó contra la moto marca Motomel en la que viajaban las jóvenes en la esquina del Acceso Zabala y la calle Paraná, según precisaron las fuentes.

La causa se tramita en la UFI 4 de la localidad de Mercedes bajo la carátula inicial de “homicido culposo agravado”, debido a que el fiscal a cargo, Héctor Zunino, aseguró a Télam que “el imputado conducía en estado de ebriedad y se cruzó de carril”.

En el choque murió en el acto Martina Pérez, quien hoy era velada por su familia, en tanto que su amiga, Camila Pereyra, de 21 años, fue trasladada al hospital Hector Dagnilo, cercano al lugar del hecho, y se encuentra en terapia intensiva con pronóstico reservado, agregaron las fuentes.

La joven cayó en un zanjón donde fue asistida inicialmente por un grupo de trabajadores que concluía su jornada en una fábrica a metros del lugar de la tragedia, quienes aguardaron la llegada de la ambulancia que la trasladó al centro médico.

Zunino aclaró que resta aún “el informe de alcoholemia que determine el porcentaje de alcohol en sangre del conductor y las pericias respecto de la velocidad en la que iba el vehículo”.

Jose Pereyra, el padre de Camila, dijo en declaraciones a la TV que Vega “estaba totalmente alcoholizado, no podía hablar, no podía pararse. Decía ‘yo no fui, no hice nada’, no estaba en sí”, de acuerdo a los testimonios de quienes llegaron a asistir a las dos jóvenes.

“No podemos creer que no quedó detenido. Pido justicia, justicia”, clamó Pereyra, quien narró que las chicas siempre circulaban por esa ruta y que el atropellamiento ocurrió a tres cuadras de donde vive la madre de Martina, la joven fallecida.