Submarino: la Armada confirmó que hubo “un evento violento consistente con una explosión”

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La Armada Argentina confirmó hoy en rueda de prensa que se registró un evento “consistente con una explosión” en la zona donde se busca desde hace 8 días al submarino ARA San Juan, que desapareció en el golfo San Jorge mientras se dirigía desde Ushuaia a su apostadero en la base naval de Mar del Plata.

Antes de la conferencia, estos últimos datos fueron comunicados a los familiares de los 44 tripulantes en la base naval de Mar del Plata, donde hubo escenas dramáticas.

Recibimos una información del embajador en Austria sobre un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión”, sostuvo el capitán Enrique Balbi, vocero de la Marina. Y agregó que se desconocen las causas.

El parte de hoy estaba anunciado para las 10, “como todos los días”. Pero arrancó pasadas las 11:20 porque, según la fuerza, recién a las 10:15 se recibieron los datos, que corroboran información que ya manejaba la Marina de Estados Unidos.

“Seguimos buscando. Vamos a continuar con el esfuerzo de búsqueda del submarino San Juan”, indicó Balbi.

La búsqueda, que tiene impacto global, se ha ejecutado incluso en condiciones climáticas muy adversas, con olas de hasta 7 metros. Pero no hubo ningún rastro.

En este lapso de 8 días surgieron varias pistas que se han ido descartando: supuestas llamadas, aparición de bengalas, sonidos y hasta una balsa.

Ayer se divulgó “una anomalía hidroacústica” y empezó a investigarse la posibilidad de una explosión. Y hoy medios británicos publicaron que la Marina estadounidense había encontrado “un objeto” en la zona de rastrillaje, pero fue otra falsa alarma.

La propia Armada Argentina emitió mensajes polémicos. Por ejemplo, al conocerse el caso públicamente el portavoz Balbi dijo: “Si hubiese pasado algo importante, se habría emitido una señal especial y eso no ocurrió”.

Marta Yañez, la jueza federal de Caleta Olivia a cargo del caso, sostuvo que “hay información muy sensible” al tratarse de una embarcación de guerra.

Mientras tanto, familiares de los tripulantes se fueron instalando en la base marplatense a la espera de novedades y con una angustia creciente.