La Justicia de Rosario imputó como partícipe secundario de un homicidio calificado al abogado penalista Marcos Cella, pero lo dejó en libertad mediante el pago de una fianza de un millón de pesos, informaron fuentes judiciales.
El juez de instrucción penal preparatoria, Gonzalo López Quintana, aceptó la imputación presentada por los fiscales, quienes acusaron a Cella (46) de prestar cooperación a un detenido al que representaba para que asesinara a una mujer que lo había identificado como el autor del crimen de su marido.
Sin embargo, el juez no aceptó el pedido de prisión preventiva contra el profesional, y lo dejó en libertad tras el pago de una fianza de un millón de pesos y la prohibición de salir del país.
Al detallar la imputación, el fiscal Luis Schiappa Pietra explicó que la responsabilidad del abogado habría consistido en suspender mediante “engaño” una rueda de reconocimiento para darle tiempo a un detenido que patrocinaba, Rubén Ariel Segovia (29), alias “Tubi”, para mandar a asesinar a una mujer llamada Brisa Ojeda.
Ojeda debía realizar una rueda de reconocimiento el 14 de diciembre del año pasado para tratar de identificar a Segovia como presunto autor del homicidio de su marido, Jonathan Alexis Rosales, ocurrido el 22 de junio del año pasado.
Ese día Rosales y Ojeda iban en moto por la zona sur de Rosario cuando un auto se les puso a la par y los tumbó de la motocicleta, según la investigación.
Uno de los hombres del automóvil sacó el cuerpo por la ventanilla y le dio cuatro tiros a Rosales, que había quedado tirado en una zanja, a la vez que hirió a Ojeda en una pierna.
De acuerdo a la fiscalía, la mujer reconoció a los agresores como parte de la barrabrava de Newell’s Old Boys, que habían sido amigos de su marido hasta que se distanciaron por diferencias con amistades del barrio.
Escuchas telefónicas que se reprodujeron durante la audiencia de ayer revelan un diálogo que la fiscalía considera clave. En la comunicación Segovia le pide al abogado Cella que postergue la rueda de reconocimiento “para la semana que viene, yo veo si la hago desaparecer”.
Antes, el abogado le había conseguido los datos de la persona que iba a participar como reconociente en la rueda, Ojeda, algo que para la defensa de Cella es habitual y se encuadra en la asistencia técnica a un cliente.
En otro diálogo, “Tubi” Segovia dice: “Vos decís lo estiro y tratamos de hacer algo con la piba esa”, y luego el abogado le pide que “tire el chip” del teléfono que utilizaba desde la prisión.
El 16 de diciembre, una vez que al abogado había conseguido postergar la rueda de reconocimiento, entre cuatro y seis personas llegaron en dos autos a la vivienda de Vera Mujica y Rueda, donde vive Ojeda.
Según la acusación, los hombres gritaron el nombre de Brisa Ojeda pero la que salió a la puerta fue su hermana Lorena, de 16 años, quien recibió varios disparos y murió el 21 de enero en el hospital de Emergencias local.
Antes, según las escuchas, Segovia habla con una persona que no está identificada en la causa y le dice que le ofrezca a Ojeda 100 mil pesos para que no lo reconozca, 25 mil pagaderos antes de la rueda y el resto una vez concluida la faena, propuesta que la chica no aceptó.
Segovia fue imputado ayer con prisión preventiva como instigador del crimen de Lorena Ojeda, así como de encubrimiento de otro homicidio, coautor del asesinato de Rosales e instigador de un cuarto crimen.
El abogado penalista, que representó al joven condenado por el tiroteo de la casa particular del ex gobernador santafesino Antonio Bonfatti y en otros casos resonantes, dijo hoy que los fiscales persiguen con la acusación “el afán de algún logro político” y rechazó la imputación “en todos sus términos”.
“Posponer un reconocimiento para matar a un testigo jamás, es una locura”, se defendió, y dijo que no escuchó la frase “la hago desaparecer” durante la conversación con su cliente.
Uno de sus dos abogados defensores, Gabriel Navas, dijo que la acusación “es una barbaridad” que “atenta contra la actividad del defensor particular”
Denunció que a su cliente lo alojaron “en un buzón” de la cárcel santafesina de Piñero y que no existe evidencia para imputar a Cella.