Más de 260 piezas arqueológicas pertenecientes a una colección privada fueron robadas de un museo de la localidad cordillerana de Vinchina, 300 kilómetros al oeste de la ciudad de La Rioja. Las piezas, valuadas en unos 2 millones de pesos en el mercado ilegal, fueron robadas del museo cordillerano Quilur Ñan en la madrugada de ayer, por personas que no habían podido ser identificadas.
Ariel Varas, presidente de la cooperativa que administra el museo Quilur Ñan, donde se encontraba esta colección privada de objetos arqueológicos y paleontológicos, dijo al diario El Independiente que las policías provincial y la aeroportuaria, junto a la Gendarmería “están investigando” el hecho.
Pero “hasta el momento no sabemos quiénes pudieron haberlo realizado”, reconoció.
El museo está ubicado en la localidad de Vinchina, una zona de paso hacia la zona turística de Laguna Brava y el puesto fronterizo de Barrancas Blancas.
Varas calificó el hecho de “increíble y un atentado a la cultura de nuestro pueblo”.
El museo estuvo abierto el lunes último “hasta las 23 por un chico que estuvo pintando un cuadro en el lugar, que fue el último en salir, y hasta ese momento estaba todo bien y en orden”, relató.
“Pero esta mañana en el primer turno, una de las chicas que atiende el museo se dio con la sorpresa de que una de las puertas había sido violentada con unos hierros, que incluso dejaron tirados al costado de la puerta, y después saquearon cinco vitrinas del museo, dos de ellas fueron vaciadas totalmente“, aseguró.
El cooperativista indicó que “entre las piezas que se llevaron había puntas de flechas, muyunas, figuras amorfas, colgantes, cuenquitas, herramientas de bronce, estatuillas y otras piezas arqueológicas”.
Se trata de “piezas pequeñas las que se llevaron, pero de un gran valor cultural. Si me preguntan el valor económico, yo respondo que no tiene precio porque no existe en el mercado, pero el valor patrimonial es mucho”.
Sin embargo, Varas estimó que el valor de las piezas en el mercado negro ronda los dos millones de pesos y hay mucho interés por parte de compradores de otras localidades y provincias.
Varas relató que “se siguieron unas huellas y rastros por el fondo del museo, que tiene una finca colindante. También se cree, por huellas que encontraron en la calle, que (los delincuentes) se pudieron haber movilizado en una moto, pero todo está en proceso de averiguaciones”, señaló.
