El hermano de Nicolás Pacheco, el periodista partidario de Racing Club que en enero de 2013 fue encontrado asesinado en la pileta de la sede del barrio de Villa del Parque, descartó hoy en el juicio que se haya tratado de un accidente, que su hermano no acostumbraba a tirarse a la pileta y que, tras el asado que compartieron en el predio, la víctima se quedó haciendo sobremesa con los tres acusados y, luego, apareció muerto.

En tanto, el médico forense que realizó la autopsia al cadáver de Pacheco también apunto a que se trató de un homicidio, al asegurar que los golpes que presentaba la víctima en su cuerpo “no eran producto de una caída al agua”.

Ambos declararon hoy en el inicio del juicio oral que se le sigue a Enrique Rulet (31), alias “El boxeador”; Aníbal Domínguez Butler (59), alias “Vaquero”; y Juan Carlos Rodríguez (25), alias “el Turu”; quienes llegaron en libertad al juicio oral, acusados del delito de “homicidio simple”, que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel.

El primer testigo en declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 23 de la Capital Federal fue Eloy Sebastián Pacheco, hermano de Nicolás, y rechazó la hipótesis del accidente, como lo aseguran los imputados.

“Esa noche a Nicolás lo vi normal. Fuimos a comer un asado al predio y después de comer yo me fui y él se quedó haciendo una sobremesa con ellos (por los acusados). El nunca acostumbraba a tirarse a la pileta y no creo que se haya tirado por sus medios”, dijo Pacheco ante los jueces Carlos Rengel Mirat, Luis María Rizzi y María Cecilia Maiza.

Durante su testimonio, Eloy nombró en varias oportunidades al imputado Rulet, de quien dijo que era el que más hablaba con su hermano y le decía que quería ser el jefe de la facción La Guardia Imperial de la hinchada de Racing, y negó que la ropa que hallaron junto a una mesa del club fuera la de su hermano.

“Esa ropa no era de mi hermano, la plantaron”, dijo el hombre a los jueces.

Luego, fue citado el forense Reynaldo Aldo Ludueña, quien tuvo a su cargo la autopsia al cadáver de Pacheco, y también apunto a un homicidio y descartó el accidente.

El médico dijo que “las marcas en las manos y en los codos y los golpes en el cuerpo de Nicolás Pacheco no son síntomas de una caída al agua. Son muchos hematomas”.

La audiencia comenzó con la lectura de la elevación a juicio realizada por el fiscal que tuvo a su cargo la investigación del caso y, luego, fueron llamados a declarar a los tres imputados.

El único que aceptó declarar, pero sin aceptar preguntas, fue Rulet, quien dijo ser inocente y que se trató de un accidente.

“Nosotros somos inocentes, nunca hubiéramos matado a Nicolás porque era nuestro amigo. Esto nunca se investigó bien y yo también quiero saber bien qué le pasó a Nico. Yo siempre di la cara, siempre me presenté cuando lo requirieron. Creo en los jueces y la justicia y espero que también se llegue a la verdad”, dijo.

Por recomendación de sus abogados defensores, Butler y Rodríguez se negaron a declarar.

El hecho fue descubierto alrededor de las 6.30 del 24 de enero de 2013, cuando personal de la comisaría 47ma. de la Policía Federal Argentina (PFA) halló al periodista muerto, vestido sólo con calzoncillos, en la pileta de la sede social del club en Nogoyá 3045 de Villa del Parque.

De acuerdo a los investigadores, Pacheco había concurrido a la sede la noche anterior para compartir un asado con conocidos en el sector de parrillas del predio.

Si bien en un principio se sospechó que Pacheco había muerto de forma accidental al apartarse del grupo y caerse desde un sobretecho en altura al sector de la pileta, el fiscal que instruyó la causa, Marcelo Retes, determinó que el periodista fue asesinado a golpes durante una pelea.

Por su parte, los sospechosos declararon inicialmente como testigos y contaron que al advertir la ausencia de Pacheco en el asado y ver que había dejado su celular, sus ojotas, bermudas y remera en el sector de parrillas, lo buscaron en la pileta, lo vieron sumergido e inmóvil en el fondo, lo sacaron del agua e intentaron reanimarlo sin éxito.

Luego, cuando arribó al lugar del hecho el personal del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) junto a los policías de la seccional 47ma. constataron que Pacheco ya estaba muerto.

Para la investigación fue determinante la autopsia de los médicos forenses que detectaron en el cuerpo de la víctima lesiones compatibles con una paliza y no con una caída accidental a la pileta.