Marcelo Sergio Villalba, uno de los detenidos por el crimen de Anahí Benítez, fue procesado en la causa en la que está acusado de haber manoseado a una mujer en el microcentro porteño, y el juez tuvo en cuenta su imputación en el crimen de la adolescente de 16 años de Lomas de Zamora para dictarle la prisión preventiva, informaron hoy fuentes judiciales.

El procesamiento fue dictado por el juez Luis Zelaya, quien subroga el Juzgado en lo Criminal y Correccional 44 porteño y consideró a Villalba (40) autor del delito de “abuso sexual simple” y le trabó un embargo por 50.000 pesos.

El hecho que le atribuyen a Villalba fue denunciado y difundido públicamente a través de su Facebook por la propia víctima, Katia Jennifer Documet Silva, cuando advirtió que el hombre que la había atacado el 20 de abril era uno de los detenidos por el asesinato de Anahí.

Al describir el hecho -en la resolución a la accedió Télam-, el juez señala que ese día alrededor de las 12.30, Documet Silva caminaba por la calle Carlos Pellegrini al 1200 en dirección a Arenales cuando se cruzó con Villalba y “éste la abordó introduciendo su mano derecha intensamente dentro de sus nalgas”.

“La damnificada revoleó su cartera contra el agresor, para que cesara su conducta y pidió ayuda, haciéndose presente de manera inmediata, personal policial que había presenciado lo ocurrido, reduciendo al individuo y luego en presencia de testigos, procedió a la inmediata detención”, agrega Zelaya.

“El eje de la imputación dirigida a Villalba, se centra en la contundencia del relato de la damnificada en autos”, remarca el magistrado.

Esta causa tuvo al inicio un trámite de flagrancia que quedó suspendido cuando el magistrado ordenó una serie de pericias médicas, psiquiátricas y psicológicas para el imputado.

Ese peritaje dejó entrever la posibilidad de una inimputabilidad porque concluyó que “surge verosímil un desmedro en su capacidad de dirigir su accionar debido a su precaria, impulsiva y bizarra organización de la personalidad”.

Sin embargo, en el procesamiento, Zelaya descartó la inimputabilidad al afirmar que “si bien el encartado presenta cierto trastorno en su personalidad, dicha circunstancia de modo alguno lo pudo haber privado de la capacidad para comprender el disvalor de su conducta al momento del hecho y dirigir sus acciones”.

Si bien el “abuso sexual simple” es delito excarcelable -con pena de seis meses a cuatro años de prisión-, y Zelaya, tras la audiencia de flagrancia en abril había permitido que Villalba quede en libertad, ahora le dictó la prisión preventiva porque consideró que hay “riesgo de fuga”.

Para fundamentarlo, el juez hizo mención al procesamiento que tiene en la causa por el homicidio de Anahí Benítez, donde pericias de ADN determinaron que violó a la adolescente de 16 años que apareció asesinada y enterrada el 4 de agosto en la reserva Santa Catalina de Lomas de Zamora.

“Cambió considerablemente el panorama inicial acerca de las condiciones personales del encartado”, escribió el magistrado al respecto.

Al hacer público el hecho en su Facebook, Documet Silva afirmó que “Anahí estaría viva si la Justicia hubiese reaccionado adecuadamente ante el aviso” y luego criticó al juez y a la fiscal que actuaron en la causa por haber dejado a Villalba en libertad.