Las fiscales que investigan el crimen de Anahí Benítez, la adolescente encontrada enterrada y asesinada el 4 de este mes en una reserva natural del partido bonaerense de Lomas de Zamora, ampliarán este viernes la indagatoria al detenido Marcelo Villalba, luego de que un cotejo genético determinara que había ADN suyo en el cuerpo de la víctima, informaron fuentes judiciales.

Es que hasta el momento el acusado está imputado por “encubrimiento agravado”, ya que había declarado que había encontrado el teléfono celular de la víctima en un descampado, que le había cambiado el chip y se lo había regalado a su hijo.

Sin embargo, luego de que los peritajes realizados por la Policía Científica dieran como resultado que el ADN del detenido era compatible con el patrón genético del semen hallado en los hisopados practicados en la zona anal de la víctima, las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey llamarán a Villalba para ampliarle la acusación.

Fuentes judiciales aseguraron a Télam que las fiscales acusarán ahora al detenido por “privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado y homicidio agravado”.

Por el mismo delito también está detenido Marcos Esteban Bazán (34), el primer detenido por el caso, en cuya casa los investigadores creen que estuvo cautiva la joven, fue abusada y luego asesinada, tras lo cual fue arrojado su cadáver en la Reserva Natural Santa Catalina, de Parque Barón.

Villalba fue detenido el 16 de agosto luego de que los investigadores determinaron que había tenido en su poder el celular Samsung Core de la adolescente asesinada.

En su descargo ante la fiscal Pérez, este hombre contó que en una fecha que no recordaba, él se había encontrado el teléfono “tirado en una vereda con pasto” cuando regresaba a su casa de la localidad bonaerense de Llavallol.

El acusado declaró que en ese momento le quitó el chip, el cual arrojó en la vía pública, y que una vez que arribó a su vivienda le sacó la funda y la tiró en el baldío lindero al inmueble, en el que fue recuperado posteriormente por los investigadores.

A su vez, Villalba relató que le pidió a su hermano que desbloqueara el celular y que colocara un chip nuevo, tras lo cual, le regaló el aparato a su hijo, quien fue el que finalmente lo entregó a los pesquisas cuando lo localizaron activado en su domicilio.

De hecho, fue el chico quien aquel 16 de agosto contó a los investigadores que el celular se lo había regalado su padre, a raíz de lo cual este hombre fue apresado.

Además, en su indagatoria, Villalba negó conocer al otro detenido que tiene la causa, Marcos Esteban Bazán, a la víctima y a las demás personas nombradas en el expediente.

En tanto, esta mañana, el abogado Lucio de la Rosa, defensor de Bazán, reiteró la inocencia de su defendido y aseguró que “si no se acredita el vínculo entre Villaba y Bazán, la hipótesis de la autoría se cae”.

Además, insistió con su pedido para que sean apartadas de la causa las fiscales Pérez y Juanatey y la policía bonaerense.

El 29 de julio último, Anahí (16) salió de su casa de la localidad bonaerense de Parque Barón, en Lomas de Zamora, a caminar unas cuadras hacia el Parque Municipal Eva Perón y, al no regresar, su familia denunció su desaparición y comenzó su búsqueda.

El viernes 4 de este mes su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y contusas en el rostro y la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina, y la autopsia determinó que había muerto por asfixia por sofocamiento.

Dos días después, Bazán fue detenido luego de que perros rastreadores marcaron su casa, ubicada a 300 metros del lugar del hallazgo, y donde se encontró una olla con arroz similar al encontrado en el estómago de la víctima, ropa de mujer, pelos y manchas de aparente sangre.

En otro procedimiento realizado en la vivienda, la fiscalía secuestró granadas de humo, plantas de marihuana y hongos que se analiza si son comestibles o alucinógenos.

Sin embargo, Bazán aseguró ante la Justicia que no conocía a Anahí, que su casa no tiene medidas de seguridad que impidan el acceso de terceros, que la ropa femenina era de su novia y los pelos y manchas sospechosas podían ser de alguno de los animales que rondan por el predio.