El hombre que fue baleado ayer en su vivienda tras una discusión con un vecino en el barrio porteño de Villa Mitre se encontraba internado esta tarde en estado crítico mientras el abuelo agresor continuaba prófugo, informaron fuentes policiales.

La víctima, Luciano Cristóbal Russo (32), permanecía alojado en el área de terapia intensiva del Hospital Álvarez con un delicado estado de salud luego de ser atendido de emergencia a raíz de los dos balazos que presuntamente le disparó su vecino, un jubilado de unos 80 años identificado como Alfredo Longarich.

El hecho se registró anoche en un edificio de viviendas tipo PH ubicado en la avenida Juan B. Justo 4922, donde se produjo una pelea entre ambos, cada uno desde su departamento, porque el anciano realizaba arreglos y limpiezas con líquidos combustibles y Russo le reclamaba de forma recurrente por los olores de dichos químicos, la suciedad y el peligro que eso implicaba.

Según las fuentes, en ese marco, Longarich sacó un arma de fuego y le disparó dos veces a su vecino, que cayó al suelo y fue asistido por su esposa, quien llamó al servicio de emergencias 911 al mismo tiempo que otro residente del edificio que escuchó las detonaciones.

Los efectivos de la Policía que se acercaron al lugar constataron que Russo presentaba una herida de bala en el tórax y otra en el brazo izquierdo, por lo que fue trasladado por el SAME al mencionado centro asistencial, donde fue operado de emergencia.

En tanto, la esposa de la víctima les comentó a los policías que el agresor aún se encontraba en su departamento, por lo que el juez de instrucción a cargo de la causa, Roberto Ponce, ordenó un allanamiento para detenerlo.

Los voceros indicaron que, creyendo que el jubilado estaba atrincherado y armado en su departamento, se realizó un cerco perimetral de 100 metros a la redonda del edificio y los policías solicitaron la asistencia de un negociador del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) y de Bomberos.

Sin embargo, cerca de las 23 el personal de esas fuerzas logró ingresar a la vivienda de Longarich y descubrieron que el hombre había escapado.

Respecto a la personalidad del agresor, los vecinos del edificio y de la zona que habían tenido trato con él lo definieron como un hombre “de carácter hosco” y afirmaron que “no tenía parientes”.

Como consecuencia del episodio, la Justicia dispuso un operativo de búsqueda para dar con su paradero, además de apostar una brigada de custodia en el domicilio del hecho.