Un policía rionegrino que fue detenido el viernes como acusado de encubrir la desaparición del oficial de la fuerza Lucas Muñoz en Bariloche negó hoy haber realizado alguna maniobra y aseguró que no conoce a este efectivo visto por última vez el 14 de julio.
Fuentes judiciales informaron que el juez penal Bernardo Campana le tomó esta mañana declaración indagatoria al sargento Néstor Meyreles (42) y luego resolvió que continúe detenido.
Los fiscales Guillermo Lista y Martín Govetto, que investigan la desaparición y el encubrimiento, respectivamente, imputaron a Meyreles la compra de un chip de celular a nombre de Muñoz (29), al día siguiente de su desaparición en Bariloche.
Al hacer la llamativa compra en Colonia Catriel, a casi 600 kilómetros al norte de Bariloche, Meyreles invocó “una amistad” con Muñoz y consignó el DNI del policía desaparecido “con claras intenciones de desviar la investigación, ya sea a través del ocultamiento o alteración de elementos probatorios”, según la acusación.
Los fiscales informaron, además, que el imputado cumplió funciones durante varios meses en la comisaría 42a., donde se desempeñaba Muñoz, por lo que lo conocía. Además detectaron que Meyreles hizo un viaje a Bariloche en medio de la investigación, sin un motivo aparente, ni policial ni personal.
Por su parte, al salir de la indagatoria, el abogado Pablo Barrionuevo, defensor del policía, aseguró que Meyreles no compró un chip sino que pidió la lista de llamados de Muñoz para “colaborar con los compañeros que lo buscaban en Bariloche”.
Luego de la declaración, que se extendió por dos horas, el abogado pidió la excarcelación de Meyreles, a lo que se opuso la fiscalía porque la acusación que enfrenta “se inscribe en un grave contexto y puede entorpecer la investigación”.
Meyreles fue detenido el viernes por Gendarmería Nacional en Catriel, en un procedimiento en el que también allanaron su vivienda y la comisaría en la que se desempeñaba. El policía fue trasladado el lunes desde Colonia Catriel a Bariloche, donde fue alojado en una celda del Escuadrón 34 de Gendarmería, a disposición del juez Campana.
Además de Meyreles, el juez imputó por irregularidades durante la búsqueda de Muñoz a tres comisarios, un subcomisario y dos oficiales que fueron pasados a disponibilidad transitoriamente mientras se lleva a cabo la pesquisa. En tanto, la búsqueda de Muñoz continúa sin indicios de ningún tipo, ni siquiera una hipótesis firme.
Los familiares y allegados al policía, que hoy hicieron una nueva marcha en reclamo de justicia, creen que fue víctima del accionar de algún compañero o autoridad debido a que fue testigo de ilícitos o corrupción policial.
Paula Muñoz, hermana del uniformado, dijo que la familia supo que el desaparecido “se quería ir de la comisaría 42a. por las cosas que veía, que estaban relacionadas con las drogas y la desaparición de Micaela Bravo”, una madre de tres hijos, de 28 años, cuyo cadáver apareció en marzo a poca distancia de esa unidad policial.
En tanto, algunos investigadores se inclinan por pensar que la desaparición tiene vinculación con algo de la vida personal del policía. Muñoz fue visto por última vez el jueves 14 de julio entre las 13 y las 14.30, mientras se dirigía -armado y uniformado- a su trabajo en la comisaría 42a., donde se desempeñaba como oficial de servicio. Durante 15 días no hubo novedades en la causa hasta que el juez dio intervención a fuerzas federales para la búsqueda y se detuvo a Meyreles.