Lucas Azcona, el acusado de haber asesinado en 2014 a la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez en el barrio porteño de Almagro, pese a que había adelantado que iba a reconocer su culpabilidad, no declaró en el inicio del juicio al que es sometido, aunque su padre afirmó que lo entregó a la Justicia porque había reconocido ser el autor del hecho.
El proceso a Azcona (23) comenzó hoy a las 12.30 en la pequeña sala de la que dispone el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 15 porteño, en el octavo piso del edifico de Tribunales de Lavalle 1171, en Capital Federal.
Ante la mirada de algunos familiares y allegados de Nicole, el acusado ingresó custodiado por dos efectivos del Servicio Penitenciario Federal y cruzó la habitación hasta su asiento, con un aspecto cansado, algunos kilos más que en el momento de su detención hace dos años, y vestido con zapatillas de lona, jean azul gastado y un buzo a rayas horizontales de color azul y verde.
Si bien ayer había adelantado en declaraciones al canal C5N que admitiría en el juicio que es “culpable”, cuando los jueces Patricia Llerena, Adrián Martín y Hugo Decaría le ofrecieron la oportunidad de declarar prefirió no hacerlo, por lo que los magistrados dieron comienzo a la ronda de testigos.
Sin embargo, luego fue convocado como testigo Roberto Carlos Azcona, padre del imputado, quien a instancias de las preguntas del abogado defensor de su hijo, Jorge Borgo, rememoró el momento en el que su hija Milagros le dijo que el sospechoso de matar a la estudiante chilena era su hermano.
“Me despierta mi hija llorando y me dice `el del video es Lucas`”, manifestó Azcona padre, en alusión a las grabaciones de las cámaras de seguridad que circulaban por los medios de comunicación tres días después del crimen: “Por la forma de caminar de la persona del video era mi hijo, porque era inconfundible”.
Roberto Azcona aseguró que poco después envió a su hija a la calle a comprar algo y le dijo a su hijo que tenía que hablar con él, que le manifestó que lo había reconocido en el video del supuesto homicida y que Lucas lo admitió: “Baja la cabeza, llora y me abraza”.
“Esperaba que me dijera que no era él, pero nunca lo dijo”, dijo entre lágrimas el hombre, y agregó que poco más tarde su hija Milagros le manifestó: “Papi, (Lucas) me dijo que el del video es él”.
Horas más tarde, Azcona, quien aseguró que ama “con toda el alma” a su hijo, lo llevó a la comisaría de la localidad bonaerense de San Francisco Solano, donde vivían, y lo entregó ante la Policía.
“Mi hijo era un chico normal, si hizo lo que hizo es que no está bien”, dijo Azcona padre en referencia a que consideraba que el imputado puede tener algún problema psiquiátrico.
El hombre añadió que el joven no se había resistido a presentarse ante la Justicia y que incluso le dijo a su hermana “quedate tranquila que esto es lo mejor que pudo haber hecho papá”.
La siguiente testigo fue la madre de Azcona, Miriam Maricel Galarza, separada del padre del imputado y radicada en la provincia de Chaco, quien aunque por la distancia no mantenía un contacto habitual con él dijo que sabía que se llevaba “bien” con las mujeres de su familia y con los familiares de la chica chaqueña con la que tuvo un hijo, hoy de 5 años.
En tanto, ante preguntas del fiscal del juicio, Ignacio Mahiques, y de querellantes, Patricia Anzoátegui y Julio Cisterna, Galarza dijo que sabía que cuando aún estaba en Chaco Lucas mataba a algunos animales por placer como “anguilas”, pero que “eso es muy común” en la zona.
Previamente había declarado la madre de Nicole (21), Shirley Bórquez Cáceres, quien recordó entre lágrimas cómo se enteró de lo sucedido a su hija, a la que describió como una joven “amada desde antes de concebirla, adorable, regalona, inquieta, traviesa y amigable”.
“Iba a preparar su dormitorio porque faltaba un mes para que ella llegara”, relató Shirley, en referencia a que en agosto de 2014 Nicole regresaría de su beca de estudios en Buenos Aires, y añadió que entonces llamó su marido “llorando, dice `enciende la radio, algo pasó`” y así escucharon que su hija había sido asesinada en Argentina.
La última persona convocada a declarar en la primera jornada fue una vecina de Don Bosco 4109, donde vivía Nicole, cuyo hijo fue quien encontró el cadáver tendido en el palier del edificio a las 7 del 14 de julio de 2014.
La mujer, llamada Paula Laschera dijo que ella misma había escuchado un grito “como de sorpresa” una hora antes del hallazgo, aunque como no oyó más ruidos no le dio “trascendencia”.
El juicio que se le sigue a Azcona, detenido por el delito de “homicidio agravado por odio de género”, continuará el jueves 25 de agosto.
