Castelar: creyó que su hijo estaba secuestrado y pago 50 mil pesos

1363
Foto Clarín

Fuente Clarín

“¿Otra vez ustedes por acá?”. La cajera del banco, extrañada, le preguntó al matrimonio qué hacía nuevamente allí. El hombre, de 79 años, no aguantó más y lanzó: “Tienen secuestrado a mi hijo”. A esa altura, ya había pagado US$ 50 mil dólares en dos sitios diferentes. Los delincuentes pedían más plata, por lo que ellos volvieron a entrar a la sucursal para cumplir con las exigencias. Pero desde el banco llamaron al hijo del empresario, que estaba sano y salvo, trabajando en su negocio. Todo había sido un engaño. La pareja había sido víctima de un secuestro virtual.

Todo comenzó el lunes a las seis de la mañana, cuando Juan José “Juancho” Pisano –ex candidato a intendente de Morón y dueño de la reconocida cadena de pinturerías Pisano, ahora jubilado– y su esposa, Isabel, ambos de 79 años, estaban en su casa de la localidad de Castelar. La mujer atendió un llamado telefónico que se convertiría en el inicio de cinco horas de terror e incertidumbre.

“Era alguien que se hacía pasar por mí, llorando, hablando raro”, contó Francisco Pisano, uno de los tres hijos del matrimonio, al programa de TV Primer Plano. “Ellos pensaron que era yo, los tuvieron así durante un rato largo, casi cuatro horas, hasta que abrieran los bancos o tuvieran alguna opción para sacar algo de plata”, señaló.

Según sostuvo, los delincuentes “le pidieron una barbaridad de plata que nosotros no manejamos”. La cifra era US$ 100.000. Desesperados, los jubilados juntaron lo que tenían, al tiempo que eran amenazados y les advertían que no cortaran la comunicación. Primero se hizo un pago en el paso a nivel de la estación Castelar. Pero el botín no conformó a los ladrones, que exigieron más.

Entonces los Pisano fueron a dos entidades bancarias, a sacar plata. Luego se concretó un segundo pago en calle Buenos Aires, cerca de la sucursal del Banco Provincia, en la zona céntrica. Allí fue donde la cajera se sorprendió a verlos por segunda vez y se terminó la farsa.

“Una vez que los sacaron a la calle, los empezaron a seguir con dos autos, los amedrentaron y fueron a una entidad bancaria. Ahí pudieron sacar algo de ahorros, encima tenían guardado un dinero para una operación de mi madre que no cubre la prepaga, así que tienen que pagarla”, relató el hijo de la pareja.

“Ni siquiera me puedo poner en la piel de ellos de la angustia de todo este tiempo, ver qué pasaba con mi familia, conmigo”, añadió el hombre, angustiado.

Los asaltantes, mientras todo transcurría, exclamaban por teléfono: “Queremos más, si no lo matamos”. El matrimonio, agobiado por la situación, no tuvo la oportunidad de pensar o de intentar comunicarse con alguien de la familia. Los especialistas, en estos casos, recomiendan cortar las llamadas de inmediato.

Fuentes de la investigación confirmaron el episodio a Clarín. La familia no quiso hablar del asunto. El fiscal a cargo de la UFI N° 1 de Morón, Javier Ghessi, ordenó analizar las cámaras de seguridad de los bancos adonde fueron a retirar la plata y también en la zona donde se concretaron los pagos.