Un ex comisario, condenado a prisión por proteger a barras de Boca

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Barra de Boca

Un ex comisario de la Policía Federal (PFA) fue condenado este miércoles a cuatro años y medio de prisión y un oficial de la fuerza a dos años y medio en suspenso por haber protegido a miembros de la barra brava de Boca Juniors, en uno de los primeros casos en que se pena la connivencia entre policías y grupos violentos del fútbol, informaron fuentes judiciales.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 24, en coincidencia con lo pedido por el fiscal Santiago Vismara, sentenció al ex comisario Eduardo Enrique Meta (57), por los delitos de “enriquecimiento ilícito, encubrimiento agravado por su condición de funcionario público y cohecho pasivo” y lo responsabilizó de la destrucción de objetos destinados a servir como prueba.

Dispuso también un embargo por 527.560 mil pesos y el decomiso de dos departamentos y la suma de 120.000 pesos, adquiridos ilícitamente por Meta mientras estaba al frente de la Comisaría 24, del barrio de La Boca, según la agencia de noticias de la Corte Suprema (CIJ).

Los jueces Marcelo Albero, María Cecilia Maiza y Raúl Llanos, también condenaron al oficial inspector Esteban Pérez Méndez (45), por el delito de “encubrimiento agravado por ser funcionario público”, mientras que otro policía fue absuelto.

El absuelto es Maximlliano Fernando Mazzaro (40), quien ocupó el segundo lugar en la barra brava de Boca y que había llegado a juicio acusado de haber pagado una coima a los policías (cohecho pasivo).

Mazzaro saltó a la fama cuando estuvo prófugo por el asesinato de un vecino de Liniers cometido el 29 de agosto de 2011, por el que fue preso el entonces jefe de “La Doce” Mauro Martin (38), quien luego resultó absuelto.

Según la investigación, el 23 de marzo de 2008 el comisario Meta recibió 10.000 pesos para que favoreciera la elusión de la justicia de Richard William Laluz Fernández (47), alias “El Uruguayo”, un referente de “La Doce”, quien tenía un pedido de captura vigente ordenado por un juzgado de instrucción.

Por este caso también fueron imputados Favio Hernán Núñez (49) y Mazzaro quienes hoy resultaron absueltos al finalizar el juicio oral y público.

Meta fue condenado por este hecho y también por haberse enriquecido ilícitamente entre los años 2006 y 2011, inclusive, mientras ejercía como comisario de la PFA, años en los que –según el requerimiento fiscal- incorporó una apreciable cantidad de bienes a su patrimonio con fondos que no se originaron en sus ingresos legítimos y cuya procedencia lícita no pudo justificar.

En el juicio también se lo acusó de haber recibido unos 150.000 pesos el 6 de octubre de 2008 en el interior de la Comisaría 24, a cambio de dañar e inutilizar “ex profeso” dos pistolas destinadas a servir de prueba en una causa que habían sido secuestradas el día anterior.

Según el requerimiento fiscal, el hecho tuvo como fin beneficiar la situación procesal de un detenido, identificado como uno de los referentes de la conducción de la barra brava de Boca, quien transportaba en un vehículo las armas secuestradas.

El cuarto hecho se le atribuye a Pérez Méndez, mientras se desempeñaba en la División Análisis de Eventos Deportivos de la PFA, el haber recibido sumas de dinero por parte de barrabravas de Boca para garantizar la libertad de Laluz Fernández, durante los años 2007 y 2008 inclusive, en razón de encontrarse vigente un pedido de captura, según el requerimiento fiscal.

Tanto el monto de esa operación ilegal como los partícipes del pago hasta ahora no fueron determinados por la Justicia.

En la acusación que llevó el caso a juicio, se sostuvo que en la noche del 14 de mayo de 2008, cuando se jugó el partido entre Boca y Atlas de México en cancha de Vélez, un grupo de policías pertenecientes a la División Investigaciones de Conductas Delictivas de la PFA intentó identificar y hacer efectiva la orden de captura que pesaba sobre Laluz Fernández.

No obstante, Pérez Méndez, enterado de ello y “haciendo honor” a los compromisos. asumidos a cambio de dinero, se adelantó a sus pares y le informó a Laluz Fernández que lo estaban buscando, sugiriéndole que les mintiera sobre su verdadera identidad para evitar ser identificado.