Doble femicidio en Ramos Mejía: buscan al sereno del galpón

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Télam

Por el doble femicidio de la joven de 26 años y su amiga de 14 que fueron encontradas ahorcadas, desnudas y presuntamente violadas en un galpón de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, la Policía buscaba este fin de semana intensamente al sereno que cuidaba el inmueble.

Un hombre con antecedentes por abusar de su propia hija de 12, informaron fuentes policiales y judiciales.

El hecho fue descubierto en la noche del viernes en Avenida de Mayo 2080, de la mencionada localidad del oeste del conurbano, hacia donde llegaron las autoridades en busca de la mayor de las víctimas, identificada como María Soledad Ramos.

Ramos tenía dos pequeños hijos de 7 y 9 años a los que no había ido a buscar a la salida de la escuela, por lo que los directivos se comunicaron con la Policía y se dirigieron hasta el domicilio que habían registrado en sus fichas de inscripción.

Al llegar al lugar, los efectivos se encontraron con la puerta cerrada con llave, decidieron forzarla y descubrieron los cadáveres de la mujer y de otra joven, una menor de edad que luego sería identificada como Florencia Ayelén Mariez Currena.

Las víctimas estaban en una habitación precaria confeccionada con cartones en la parte delantera del galpón, sobre una cama, desnudas, ensangrentadas y con signos de haber sido violadas.

Peritos de la Policía Científica bonaerense identificaron marcas en sus cuellos, coincidentes con un “estrangulamiento por lazo”, aparentemente producidos con uno de dos objetos que fueron secuestrados en la escena del crimen: un cable o el cinturón de una bata.

En una mesa de luz también encontraron un preservativo usado y ensangrentado, que será peritado para extraer muestras de ADN del asesino.

De acuerdo con el relato de los informantes, tras hacer unas pocas preguntas a los vecinos, los pesquisas supieron que el galpón contaba con un sereno de nombre Cristian Héctor Perrone (43), que vivía en una habitación situada en la parte trasera del lugar y al que varias personas habían visto salir horas antes claramente apurado.

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Aunque algunos vecinos de la zona identificaron a Perrone como “la pareja” de María Soledad, el propietario del galpón explicó a la Justicia que simplemente vivían en distintos sectores del inmueble: el hombre como vigilante y la mujer con sus hijos, como un favor porque no tenía donde quedarse.

José, padrastro de Florencia, concurrió el sábado al lugar y dijo que creía que la chica “vio algo que no tenía que ver y la mataron”; además deslizó que podría haber presenciado una golpiza contra Soledad.

Por su parte, Liliana Rodríguez, abogada de las víctimas, sostuvo que “no existe la certeza de que (el sereno) haya sido la única persona” que intervino en el hecho.

En tanto, un pariente de María Soledad detalló a los investigadores que con Florencia no tenía relación de parentesco sino que mantenían una amistad y que como la menor tenía a su madre internada por problemas de salud pasaba mucho tiempo en el galpón cuidando a sus hijos.

Esa misma persona le dijo a los pesquisas un dato que terminaría de orientar definitivamente la investigación hacia Perrone: María Soledad le relató en distintas oportunidades que el sereno había intentado propasarse con ella y que supo que su ex mujer lo había echado de la casa por abusar de su propia hija de 12 años.

Con estos datos y otros indicios, los investigadores buscaban intensamente a Perrone y solicitaron a los medios de comunicación la difusión de una foto de su Documento Nacional de Identidad para que cualquier persona que lo haya visto o tenga información sobre su paradero avise a las autoridades.

Interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, a cargo de José Luis Maroto, quien hoy esperaba el informe de las autopsias realizadas sobre el cuerpo de las víctimas para determinar la mecánica de su muerte.