El ex suegro de un empresario narco acribillado a balazos hace dos años en Rosario fue asesinado el viernes de cuatro tiros en la cabeza por delincuentes que, además, le cortaron la oreja, lo que fue considerado por los investigadores como un “mensaje mafioso”, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Luis Pérez Castelli (51), padre de Justina Pérez Castelli (23), quien fue muerta a balazos dentro de un auto el 29 de diciembre de 2013 junto a su pareja, el empresario vinculado al narcotráfico Luis Medina (42).
El fiscal de Homicidios de la ciudad de Rosario, Florentino Malaponte, aseguró que el crimen de Castelli se produjo esta mañana en un carro de comidas en el que trabajaba, ubicado en el cruce de Mendoza y Circunvalación.
Los agresores, que actuaron con sus rostros cubiertos, huyeron del lugar en una moto sin robar nada.
Según los investigadores, el hombre recibió cuatro balazos en la cabeza que le provocaron la muerte en el acto y la principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas o algún tipo de venganza.
“Lo que podemos tener más en cuenta para determinar si la víctima conocía a los atacantes es la autopsia porque los cuatro disparos fueron frontales en el rostro y eso puede llegar a decirnos que la persona no tuvo posibilidad de escape”, dijo el fiscal Malaponte.
“Por ahora, no tenemos ningún móvil en particular, lo que sí, después de constatar la herida que tenía en la oreja, seguramente el móvil no era un robo porque tampoco le faltaba ninguna pertenencia”, consideró el fiscal.
En ese sentido, dijo que lo que le llama la atención es la lesión que el agresor o los agresores provocaron en la oreja de la víctima.
“Nos llama la atención que una persona que efectúa cuatro disparos se tome el tiempo de cortarle la oreja a la víctima”, explicó el fiscal.
Malaponte agregó que la información que pudieron recoger sobre la familia de la víctima indica que aparentemente su hijo está detenido por una causa de índole federal, aunque no precisó más detalles.
Mientras tanto, los investigadores están buscando cámaras de seguridad externas que hayan podido registrar el hecho ya que, según detalló el fiscal, sólo pudo acceder a imágenes de una estación de servicio cercana en las que no se puede ver el asesinato.
A su vez, en la escena del crimen se halló material correspondiente a balas calibre 9 milímetros que ya fue enviado a peritaje.
La hija de Castelli y su pareja también fueron asesinados en un hecho considerado “mafioso”, ya que cuando se desplazaban por la madrugada en un Citroen DS3 rojo, por la avenida Belgrano de Rosario, fueron emboscados por dos autos, desde uno de los cuales se abrió fuego en su contra.
Tanto el conductor como su acompañante murieron tras ser alcanzados por los proyectiles.
Medina estaba sindicado como un importante empresario narco que proveía de drogas a bunkers de la zona sur de Rosario, era propietario de una agencia de venta de autos y explotaba la franquicia local del boliche porteño Esperanto.
