Indagan a una banda de gitanos por lavado del dinero producido por varios delitos

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La causa que investiga a una banda de gitanos especializada en secuestros virtuales pasó a manos del juez federal Norberto Oyarbide, quien citó a indagatoria a casi 40 personas. 

Desde el comienzo el fiscal Federico Delgado criticó con dureza a ambos jueces por las demoras en actuar contra la banda, según publica el sitio Infobae. Delgado pidió también la detención de todos los involucrados, algo que hasta ahora no ha sucedido. Los indagados llegan libres a declarar ante Oyarbide.

En una serie de allanamientos ordenados, se hallaron decenas de celulares, de tarjetas SIM, de documentos falsos correlativos y unos 60 autos de alta gama, muchos de ellos sin patente.

En poder de la banda había varios autos Mercedes Benz, BMW, Mini Cooper y Smart, entre otros. Para los investigadores, los autos de alta gama fueron comprados con el producido de otros delitos como los secuestros virtuales y robos en casas de familia. Y por eso en la Justicia federal se les imputa -además de los secuestros- el delito de lavado de dinero.

Se refuerza esa hipótesis ya que algunos de los que forman parte de la banda de gitanos y serán indagados están presos por delitos violentos: por ejemplo robos en casas de jubilados a los que golpean sin piedad hasta conseguir quitarles su dinero.

El fiscal Delgado, en uno de sus escritos, describió a la banda: “Estamos frente a una asociación dedicada a cometer una pluralidad de conductas delictivas, sostenida en el tiempo y que se vale de amplios recursos técnicos y económicos para ello”.

El fiscal explicó: “​​En el caso, debemos recordar que se verificó un modus operandi concreto para la realización de secuestros virtuales (la utilización de muchísimas simcards para efectuar llamados con fines extorsivos sin posibilidades de identificar al titular de las líneas telefónicas). Ese modus operandi nos mostró un patrón, lo cual posibilitó identificar comunicaciones que no respondían al mismo por su repetición y duración”.

Con estos argumentos Delgado pedía que se avanzara en la investigación independientemente de que se pudiera determinar quién exactamente había hecho la primera llamada extorsiva que dio origen al expediente.

Oyarbide encaró la investigación del lavado de dinero y el fiscal le pidió celeridad. En una de las últimas presentaciones que hizo Delgado ante Oyarbide, señaló que “Existe una sospecha fundada sobre las personas imputadas individualizadas… sobre la base de la cual el proceso debe avanzar. No ignoramos la dimensión patrimonial de este legajo, porque entre otros delitos, la organización criminal en cuestión realiza actividades ligadas al lavado de activos obtenidos ilícitamente, pero ese aspecto no debe, para utilizar una metáfora gráfica del asunto, llevarnos a intentar contar los granos de arroz, lo cual garantiza que el expediente se disuelva en una maraña de informes patrimoniales”.

Los gitanos serán indagados a partir de esta semana por Oyarbide. Fuentes de Tribunales consideran que se debió actuar de manera más rápida porque, sostienen, que mientras se hizo esta investigación, la banda siguió cometiendo delitos.