Pasan los años y el misterio es tan grande como el dolor de sus familiares y amigos. Florencia Penacchi desapareció hace 11 años. La hipótesis más fuerte hace referencia a que la captó una red de trata y prostitución, pero la causa nunca avanzó.
La última vez que alguien vio a Florencia fue durante la madrugada del 16 de marzo de 2005. Después de una cena en su departamento de Palermo con sus compañeros de trabajo, acompañó a unos amigos hasta la parada del colectivo.
La joven estudiante de Licenciatura en Economía en la UBA salió de su casa sólo con su celular. En la mesa del living dejó una bolsa transparente con sus documentos y su tarjeta de crédito.
Al día siguiente, llamó a su hermano Pedro, cerca de las 12, para preguntarle si había algún mensaje para ella. Luego, dos horas más tarde, avisó por teléfono a su trabajo que no iba a ir. Esa fue la última vez que alguien supo de ella.
La Justicia siguió los pasos de un dealer al que le compraba cocaína. Se realizó un entrecruzamiento de las llamadas y al menos 50 eran entre ellos, pero no lo pudieron vincular.
En 2007, Susana Trimarco se comunicó con una amiga de Florencia, le llevó el testimonio de dos chicas rescatadas de tratantes que la reconocieron en dos prostíbulos de la provincia de Buenos Aires y en Córdoba. Sin embargo, cuando las mujeres debían presentarse a la Justicia para ampliar su declaración, una de ellas volvió a ser secuestrada y la otra fue intimidada.
A 11 años de su desaparición, todos esperan que algún día se sepa qué pasó con Florencia.
