El hombre acusado de tirar a su esposa del balcón de un hotel, más complicado

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La forense que hizo la autopsia y un jefe de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA) complicaron hoy la situación del hombre que está siendo juzgado como acusado de haber asesinado hace dos años a su esposa, una azafata de la empresa Buquebús, arrojándola del cuarto piso de un hotel porteño, al afirmar que para ellos la víctima fue tirada ya inconsciente del balcón.

El juicio a Eduardo Adrián Casaballe Colacho (47) ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de la Capital Federal tuvo hoy la declaración de la testigo más importante para la fiscalía, la médica legista Adriana Pietrantonio, quien practicó la autopsia de Mariela Leites Da Silva (34).

Ante los jueces Ricardo Basílico, Alejandro Sañudo y Ricardo Larrain, la perito del Cuerpo Médico Forense (CMF) ratificó hoy las conclusiones de su autopsia, es decir, que si bien la causa de muerte fue el severo traumatismo que provocó el estallido del cráneo con pérdida de masa encefálica, aseguró que había “lesiones previas” y que creía que la víctima fue arrojada en un estado “inconsciente”.

Pietrantonio reveló que todas las lesiones que presentaba la víctima eran compatibles con la caída, excepto las que encontró en las manos y en el cuello, que desde su parecer eran inmediatamente “previas” a la caída.

La médica dijo hoy que las lesiones en las manos podían ser “defensivas” de un intento de la víctima por cubrirse de algún golpe

Y sobre los músculos del cuello, Pietrantonio contó que detectó lesiones compatibles con una maniobra de estrangulamiento previo que pudo haber provocado en la víctima un “síncope vagal” que la dejó inconsciente antes de ser arrojada al vacío.

La médica también hizo mención a la forma en la que, según quedó registrado en un video clave tomado por la cámara de una juguetería, la víctima cayó de espaldas y sin realizar ningún movimiento de manos y piernas.

Al ser consultada por la fiscal de juicio Diana Goral y por el abogado querellante Gonzalo Alvarez Casado, respecto a si de esa forma podía caer un suicida, la médica autopsiante contestó que “de ninguna manera” y afirmó que generalmente caen “de pie o de cabeza”, pero “nunca” de espaldas.

El otro testigo importante de la jornada fue el del actual segundo jefe de Homicidios, subcomisario Ricardo Juri, quien le aseguró a los jueces que al entrevistarse con el imputado Casaballe se dio cuenta de que le estaba “mintiendo” y que su versión de cómo supuestamente Leites se había arrojado del balcón, no coincidía con la posición en la que cayó y quedó el cuerpo sobre el asfalto.

El subcomisario declaró ante el TOC 8 que según lo que le contó aquella noche el propio Casaballe, tras una discusión por algo del celular que no funcionaba, su mujer tomó carrera, dio un par de saltos, se tomó de la baranda y se impulsó al vacío.

“Si fue así, nunca pudo caer como cayó”, dijo hoy el detective de Homicidios, quien explicó que si Leites se hubiera tirado de esa forma, el cuerpo hubiera realizado una parábola y caído en un sector más alejado del cordón de la vereda donde yacía.

Al igual que la médica, Juri le dijo hoy a los jueces que por su experiencia él creía que Leites estaba inconsciente al momento de la caída y que “la alzaron con los dos brazos y la dejaron caer” de espaldas, movimiento que, a pedido de los jueces, fue representado por el subcomisario y quedó fotografiado para el momento en el que dictar sentencia.

También destacó que Casaballe “no estaba conmovido” por lo que había pasado con su esposa y que lo notó “distante del nene” de casi dos años que tenía con la víctima y había visto todo.
Casaballe ya declaró el miércoles pasado en la primera jornada del juicio, donde ratificó que su mujer se suicidó y que él es “víctima de las desgracias” y no un asesino.

El hecho ocurrió pasadas las 20 del 28 de abril de 2014 en el hotel “Micky”, situado en Talcahuano 362, a tan sólo dos cuadras del Palacio de Tribunales, donde el matrimonio de los uruguayos Casaballe y Leites convivía en la habitación 41 del cuarto piso junto a su hijo de 2 años.

El pasajero de la habitación de al lado declaró que escuchó primero el llanto del niño, luego el de la víctima y después al imputado salir corriendo de la habitación al grito de “¡ayuda!”.
Una vecina que paseaba a su perro por la cuadra vio a Casaballe gritándole a la víctima “¡qué hiciste!”, primero asomado desde el balcón y luego al bajar a la calle.

Para la fiscalía y la querella Casaballe hizo una teatralización y en realidad discutió con su mujer -con quien se había casado sólo 19 días antes del hecho-, le apretó el cuello, la dejó desvanecida y la arrojó por el balcón para luego fingir el suicidio.

Las claves de la causa son los testigos del hotel que escucharon una discusión previa, la autopsia y un video de la juguetería de la cuadra que grabó el momento de la caída y muestra que la víctima cayó inconsciente, sin mover brazos ni piernas, que es un movimiento reflejo, incluso en suicidas, conocido en el ámbito de la medicina legal como “efecto polichinela”.