Liberan a una banda que robaba y estafaban a jubilados

2025
archivo

[av_one_full first min_height=” vertical_alignment=” space=” custom_margin=” margin=’0px’ padding=’0px’ border=” border_color=” radius=’0px’ background_color=” src=” background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=”]

[av_textblock size=” font_color=” color=”]

La Cámara Nacional de Casación Penal ordenó la libertad de una banda que está acusada de estafar a un grupo de jubilados y de apoderarse de casi 200.000 dólares y medio millón de pesos luego de hacerse pasar por empleados bancarios que les decí­an que debí­an cambiar los billetes que tení­an en su poder porque perderían valor.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la medida fue dispuesta por la sala III del tribunal de alzada, integrada por Pablo Jantus, Mario Magariños y Horacio Días, que consideró que no hay peligro de fuga de los imputados y que en caso de recaer condena, podría ser de ejecución condicional.

0011676080

Sin embargo, a los procesados se les imputa los delitos de asociación ilícita, estafas reiteradas y robo, todos en concurso real, por lo que en caso de ser condenados en un juicio oral, se les podría aplicar una pena de cumplimiento efectivo.

De acuerdo a la resolución a la que accedió Télam, los procesados que recuperaron su libertad son Gustavo Marcelo Jancovich (23), Diego Fernando Platon (24) y Lucas Piñón Traico (38), mientras que las parejas de dos de ellos ya habían sido excarceladas.

En tanto, en la causa hay dos prófugos, Daniel (35) y Vanesa Jancovich (32), quienes se escaparon en una camioneta Toyota Hilux el día que se detuvo a toda la banda y por ahora no pudieron ser hallados.

Además de los graves hechos que se le endilgan y porque se consideraba que había peligro de fuga, uno de los motivos por los que se había dejado detenido a uno de los procesados es porque carecía de partida de nacimiento.

No obstante, el camarista Jantus consideró que podía existir una “cuestión cultural” de por medio, ya que el procesado es de la comunidad gitana, y que en realidad “es una grave omisión por parte del Estado” que una persona no sea anotada al nacer.

Casación, tras cuestionar que no se haya profundizado sobre quiénes eran los imputados, dispuso que sea la sala VI de la Cámara del Crimen la que los excarcele, luego de que en diciembre el planteo fuera rechazado.

Entonces, teniendo en cuenta lo ordenado por el tribunal del alzada, los jueces Mario Filosof y Alberto Seijas debieron concederles la libertad en base a que no tenían antecedentes, que habían sido identificados correctamente y que contarían con la contención de un grupo familiar. Además, se les fijó una caución real de 40.000 pesos a cada uno.

Jueza. Mónica Berdión de Crudo, la magistrada que procesó a la banda.
Jueza. Mónica Berdión de Crudo, la magistrada que procesó a la banda.

Consultada por Télam, la jueza de instrucción Mónica Berdión de Crudo, que en noviembre había logrado la detención de la banda y procesado a sus miembros, evitó pronunciarse sobre la medida de sus superiores, pero señaló que “hace un tiempo existen diversas modalidades de delito que están tomando como objetivos a personas vulnerables”, especialmente ancianos.

“Puede ser que llamen a la madrugada y hablen de un secuestro que no es tal o digan que son de un banco donde tienen depositado su dinero, que esos billetes han perdido su valor y que la entidad bancaria iría con mucho agrado a su casa a retirarlos”, explicó. Berdión de Crudo dijo que los miembros de estas bandas “logran retirar bolsas con buena cantidad de ahorros” que los damnificados no logran recuperar.

La banda había sido detenida luego de allanamientos realizados por la División Investigaciones Criminales de la Policía Metropolitana en cuatro domicilios de la Capital Federal, luego de escuchas telefónicas efectuadas en la causa.

En las viviendas, secuestraron cinco autos, dinero, documentación y celulares. Los detenidos son de la colectividad gitana y dos de ellos actuaban como jefes de la organización dando directivas a otros integrantes que operaban en la calle.

Según consta en la causa, elegían como víctimas a personas de edad avanzada después de que una mujer las llamaba y se identificaba como empleada del banco donde cobraban los haberes jubilatorios.

Les decían que los pesos y los dólares que tuvieran serían reemplazados por nuevas emisiones y de esa forma se quedaban con su dinero mediante modalidades violentas.

[/av_textblock]

[/av_one_full][av_one_half first min_height=” vertical_alignment=” space=” custom_margin=” margin=’0px’ padding=’0px’ border=” border_color=” radius=’0px’ background_color=” src=” background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=”]
[av_textblock size=” font_color=” color=”]

Así operaban

A la banda liberada en las últimas horas se le atribuyen graves hechos, seis en total, y en todos los casos las víctimas fueron ancianos domiciliados en la Capital Federal a los que les robaron ahorros de toda la vida.

Uno de los casos ocurrió el 3 de noviembre pasado, cuando una anciana de 85 años recibió una llamada de una mujer que le dijo que era del Banco Nación y que como se habí­a dispuesto una renovación de billetes, debía hacer entrega de los suyos, a cambio de la nueva tirada.

La falsa empleada le explicó que un empleado de nombre Luis Blanco irí­a a su casa, pero cuando la mujer salió de su departamento, un hombre que tení­a guantes de látex, la empujó y logró ingresar a la vivienda, donde revolvió todo.

En un determinado momento, el ladrón halló 60.000 dólares y la obligó a salir y a subirse a un auto con la excusa de que tení­an que ir a sacar una fotocopia del documento, pero en el vehículo había tres hombres más como cómplices.

Uno de ellos, escondido en el baúl, la empezó a golpear, mientras que otro, que se hacia pasar por contador, la maniató con cintas de persiana y le colocó otras en la boca.

Finalmente, la abandonaron en la calle Mistral y Bahía Blanca, en Villa del Parque, manifestándole que no mire para atrás porque le iban a pegar un tiro.

En otro caso, tras un llamado similar, un hombre fue a la casa de otra anciana, quien juntó 50.000 dólares y 300 pesos en una bolsa y cuando un falso empleado se presentó y le dijo que se los cambiarí­a, escapó con el dinero.

Otra modalidad utilizada fue que, tras una comunicación falsa, dos hombres fueron a buscar a una anciana a su casa y la llevaron al banco, donde tenía 300.000 pesos y 40.000 dólares en una caja de seguridad.

La damnificada fue llevada a un local donde le dijeron que debí­an sacar una fotocopias, pero allí los hombres escaparon con el dinero.
[/av_textblock]
[/av_one_half]

[av_one_half min_height=” vertical_alignment=” space=” custom_margin=” margin=’0px’ padding=’0px’ border=” border_color=” radius=’0px’ background_color=” src=” background_position=’top left’ background_repeat=’no-repeat’ animation=”]
[av_iconlist position=’left’ font_color=” custom_title=” custom_content=” color=” custom_bg=” custom_font=” custom_border=”]
[av_iconlist_item title=’El dinero’ link=” linktarget=” linkelement=” icon=’ue812′ font=’entypo-fontello’]
Esta acusada de roba 2oo mil dólares y medio millón de pesos
[/av_iconlist_item]
[av_iconlist_item title=’Una cuestión cultural ‘ link=” linktarget=” linkelement=” icon=’ue812′ font=’entypo-fontello’]
Para uno de los camaristas fue una cuestión cultural
[/av_iconlist_item]
[av_iconlist_item title=’Intervino la Policía Metropolitana’ link=” linktarget=” linkelement=” icon=’ue812′ font=’entypo-fontello’]
La jueza había desarticulado a la banda en noviembre
[/av_iconlist_item]
[/av_iconlist]
[/av_one_half]