Asesinan a dos hombres en otros dos ataques sicarios en Rosario

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Un hombre de 45 años y otro de 30 fueron asesinados hoy a balazos en dos supuestos ataques sicarios en la ciudad de Rosario que, por el momento, no cuenta con sospechosos detenidos, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.

Uno de ellos tuvo como víctima a un hombre identificado por la policía como Jorge Maturano (45), quien fue asesinado cerca de las dos de la madrugada a tiros en la puerta de su casa de la zona oeste de Rosario, en el Pasaje 1752 al 2000.

Según lograron determinar los investigadores, todo comenzó cuando dos personas llegaron a la vivienda y pidieron por su presencia en el lugar.

Cuando el hombre se asomó a la puerta, fue recibido a balazos por los dos sicarios, quienes le dispararon en el cráneo, brazos, hombros y en la zona cervical.

Tras ejecutar a su víctima, los sicarios huyeron, mientras que la víctima fue auxiliada por sus familiares, aunque murió antes de que pudiera ser atendido por los médicos.

El caso es investigado por el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos, Ademar Bianchini, quien solicitó la intervención del gabinete criminalístico y que se realice la autopsia correspondiente, además disponer de diversas diligencias para dar con los asesinos.

El otro episodio se registró anoche cerca de las 22, cuando un hombre de 30 años fue asesinado de dos balazos en una balacera ocurrida en la misma zona rosarina, un complejo habitacional de calle Monte Flores al 7200 del Barrio Francetti, en el oeste de esa ciudad.

La víctima fue identificada como Jonathan Eduardo Suarez (30), quien fue encontrado muerto por agentes policiales que se encontraban recorriendo la zona, y la sospecha es que se trató de un ataque sicario.

Según las primeras informaciones, al menos dos atacantes atentaron contra el hombre quien recibió un disparo en tórax y otro en el cráneo que le provocaron la muerte en el lugar.

En la escena se secuestraron tres vainas servidas de calibre 9 milímetros, agregaron.

La investigación quedó en manos del mismo fiscal Bianchini, que también dispuso una serie de medidas para intentar localizar a los homicidas.