Una expareja del policía detenido por el femicidio de Úrsula contó que también fue violento con ella

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Una expareja de Matías Ezequiel Martínez, el policía bonaerense detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada a puñaladas en la ciudad de Rojas, contó hoy que ella también sufrió violencia de género por parte del ahora acusado y que se contactó con la víctima días antes de su crimen porque la chica “tenía miedo”.

Se trata de Belén, quien este mediodía dijo a C5N que Martínez (25), que estaba con carpeta psiquiátrica en la Policía provincial, era “protegido” por la institución y acusó a sus compañeros de “cómplices”.

“Durante mi relación, él manifestó más que nada cosas verbales, una sola vez me agredió físicamente y fue lo peor que pasé en mi vida”, comentó la joven sobre el vínculo que mantuvo con el policía hace alrededor de tres años.

Al respecto, recordó que un día “cuando él estaba de servicio en Rojas, llegó a buscar su comida un mediodía” a la casa que compartían mientras ella preparaba a sus dos hijos para llevarlos a la escuela y al jardín.

“Poco antes, uno de ellos se había hecho pis en nuestra cama, yo levanté todo y abrí todo para ventilar, y cuando él llegó, olió las sábanas y me empezó a gritar, que para qué tenían sus camas los nenes, y yo le dije que si no le gustaba que se fuera, porque mis hijos están primero”, relató.

Según Belén, la respuesta de Martínez fue agarrarla del cuello y tirarla contra una pared y luego contra la cama, y una vez que ella estaba en el suelo, sacó su arma reglamentaria y la amenazó con matarla o con suicidarse, mientras simulaba con la pistola.

“Yo empecé a gritar, mis hijos fueron testigos de todo lo que pasó, y cuando intenté agarrar mi celular me pegó una trompada, me sacó el celular y se inclinó para mirar por el pasillo, ahí lo empujé y cerré la puerta, pero como tenía todo abierto entró por la ventana”, indicó.

Entonces, Martínez continuó amenazándola de muerte, y en cuestión de segundos, tomó a sus hijos y escapó hacia la casa de su hermano, que solía dejarle las llaves de su vivienda, ubicada frente a la suya, con un patio de por medio.

“No sé cómo hice para escaparme de ahí pero me metí en la casa de mi hermano, y uno de mis nenes me dijo que nos escondiéramos en el baño, porque si nos veía nos iba a matar. Fueron segundos, esperé y él se fue como si nada hubiera pasado, cuando llegué a hacer la denuncia, él me estaba denunciando a mí”, aseguró.

En ese momento, los policías se alertaron entre sí y metieron a Martínez en un calabozo porque la familia de Belén había salido a buscarlo.

“Lo tuvieron ahí para resguardarlo”, subrayó Belén y agregó que como en la seccional no le tomaron la denuncia se dirigió hasta la Comisaría de la Mujer, desde donde la derivaron hacia un hospital porque estaba herida y marcada luego de ser tomada por el cuello.

“A él lo trasladaron a 9 de Julio para cuidarlo, ahí fue cuando cometió la violación de la nena discapacitada, me lo contó su mamá, que se comunicó conmigo”, añadió.

Además, contó que Úrsula (18) se comunicó con ella el jueves pasado por Instagram pidiéndole una conversación personal y que durante la noche se encontraron y charlaron durante una hora.

“En ese tiempo le llegaron como cien mensajes de él, preguntándole qué hacía conmigo, diciéndole que la iba a matar, ella tenía todas las pruebas”, dijo.

“Cuando se fue me dijo ‘si me pasa algo, ya sabés quién me mató’, tengo las conversaciones con ella en las que me decía que tenía miedo, que necesitaba hacer algo”, concluyó.