Clausuran por 45 días el boliche donde fue visto con vida por última vez Orellano

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El boliche Ming House River de la ciudad de Rosario fue clausurado hoy por un lapso de 45 días para que la Justicia pueda investigar lo ocurrido con Carlos Daniel Orellano, el joven de 23 años que fue encontrado muerto ayer en las aguas del río Paraná, luego de haber sido visto por última vez en ese local bailable, informaron fuentes municipales.

El intendente de Rosario, Pablo Javkin, informó esta mañana en una conferencia de prensa que se trata de una medida que rige desde hoy, que “es provisoria por el término de 45 días” y que tiene como fin “facilitar al Ministerio Público de la Acusación el avance de la investigación”.

Esa disco fue el último lugar donde fue visto Orellano con vida la madrugada del pasado lunes y está ubicada en la zona denominada La Fluvia, que lindera con el muelle número 3 del río Paraná, donde fue hallado el cadáver.

“La paz se construye con ley y tenemos que ser claros: hay situaciones que no se pueden tolerar más”, señaló Javkin sobre la medida que afecta al boliche, que tras la desaparición de Orellano abrió sus puertas al día siguiente normalmente.

En tanto, el fiscal de homicidios dolosos de turno en Rosario a cargo del caso, Patricio Saldutti, adelantó que la autopsia al cuerpo de Orellano se realizará posiblemente la semana que viene y que para garantizar la transparencia en la causa va a convocar a peritos de la parte querellante.

Respecto de la hipótesis manifestada en los medios de prensa por el padre del joven, Edgardo Orellano, quien aseguró que su hijo fue atacado por patovicas de esa disco, el fiscal expresó que aún ni puede dar precisiones sobre lesiones que pudiera o no pudiera tener el cadáver, ya que requiere el informe de autopsia previamente.

Saldutti informó que no se encontraron “rastros de sangre en el interior del boliche”, aunque sí en la parte trasera del local, y que secuestró los teléfonos de los 12 patovicas, del propietario del comercio y de los dos policías adicionales contratados por el lugar.

“La gente del boliche no reconoce ningún problema esa noche”, explicó el fiscal en rueda de prensa tras el hallazgo del cadáver y añadió que una de las primeras medidas que ordenó tras la denuncia por averiguación de paradero que radicó la familia Orellano el lunes pasado fue el secuestro de las cámaras de seguridad del local y de la zona.

Voceros de la investigación explicaron que hasta la una de la madrugada del lunes el joven Orellano tuvo actividad en su celular, luego de que sus amigos publicaran fotos en el interior de la disco.

Asimismo, en la madrugada del lunes, una policía que cumplía funciones de custodia adicional fuera del boliche, denunció al 911 que vio a un joven apoyado sobre una baranda del muelle número 3 y que en un instante, antes de poder identificarlo, no lo volvió a ver.

Desde la Multisectorial contra la Violencia Institucional de Rosario, cuyos abogados acompañan a la familia Orellano, reclamaron una investigación exhaustiva para determinar cómo murió el joven.