Liberan a la mujer policía que rompió el pacto de silencio en la masacre de San Miguel del Monte

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La Cámara de Apelaciones de La Plata le otorgó la excarcelación a una oficial subayudante que se encontraba detenida con prisión preventiva por la muerte de cuatro jóvenes y las graves heridas sufridas por una quinta víctima, luego de una persecución policial a los tiros ocurrida el 20 de mayo en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte.

Según indicó su abogado defensor, Guillermo Baqué, Nadia Genaro fue excarcelada ayer por la tarde, pero el letrado aguardaba la notificación para conocer los fundamentos del fallo del tribunal de alzada que permitieron que se le otorgara la libertad.

A Genaro se le había dictado la prisión preventiva el 24 de junio por los delitos de “falsedad ideológica de instrumento público agravado, encubrimiento agravado, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, por el hecho en el que murieron Camila López (13), Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22) y Gonzalo Domínguez (14) y las graves heridas que sufrió Rocío (13).

Esto ocurrió luego de que el 4 de junio la justicia de Garantías de La Plata había rechazado el pedido de excarcelación de Genaro, de los otros 11 efectivos de la Policía bonaerense implicados en el caso y del secretario de Seguridad de San Miguel del Monte.

La oficial subayudante había sido detenida el 26 de mayo pasado y en su indagatoria se declaró inocente al explicar que estaba en la comisaría de Monte hacía “un mes” solamente y que no “conocía nada, ni siquiera las calles” de la localidad.

“La acusan de haber omitido que Franco Micucci (subcomisario y ex jefe de la comisaría local) ingresó a la seccional a las dos de la madrugada y de anotar el número de patrullero equivocado en las actas, pero ella dijo que no conocía los números, que estaba practicando”, señaló Baqué y agregó que la oficial aclaró que ni siquiera “tenía arma”.

El hecho ocurrió el 20 de mayo último, cuando los cinco jóvenes iban a bordo de un Fiat Spazio que chocó contra el acoplado de un camión estacionado en la ruta 3, en San Miguel del Monte.

Al momento de la colisión, las víctimas eran perseguidas a los tiros por al menos un patrullero de dicha ciudad.

Las autopsias revelaron que si bien cuatro de los cinco jóvenes murieron a raíz de las lesiones producidas por el impacto, uno de los fallecidos también presentaba una herida de bala en un glúteo.

Lo ocurrido derivó en un descabezamiento de la cúpula policial local y en una serie de marchas de familiares, amigos y vecinos de las víctimas, apoyados por distintas organizaciones sociales y políticas, que denunciaron que se trató de un caso de “gatillo fácil”.