Clonazepam, morfina, pasta base y San Pedro: el cóctel de drogas que consumió Pity antes del crimen

1490

Champagne, helado, cóctel de drogas, compras y visita a un taller mecánico son algunas de las palabras y actividades que se relacionan con lo que hizo Cristian “Pity” Alvarez antes de asesinar a Cristian Díaz (36) en Villa Lugano. Las 48 horas previas al crimen fueron reconstruidas por la Justicia en base a la declaración de allegados al acusado. Hablaron de consumo de drogas alucinógenas, pasta base, morfina y clonazepam, de recorridas por localidades de la zona oeste del conurbano bonaerense en distintos autos y de los planes de concurrir a un recital. Por su parte, el abogado defensor, esta semana, apeló su procesamiento.

La declaración de la joven identificada como la novia de Pity fue clave para conocer lo que pasó en el momento exacto en que el ex líder de la banda Viejas Locas “sacó su arma del bolsillo derecho de su campera” y disparó contra Díaz, el 12 de julio pasado. Pero también para conocer qué hizo antes. Por su parte, un testigo de identidad reservada relató que el músico consumió distintos tipos de drogas y completó la cronología de los hechos, publica el diario Perfil.

Según se detalla en el procesamiento por homicidio que se le dictó la semana pasada a Alvarez, este último testigo estuvo con el ex líder de Viejas Locas desde la mañana del 10 de julio hasta la madrugada del día siguiente. Mencionó que Pity consumió durante ese lapso “pasta base, morfina, clonazepam y hasta una droga alucinógena llamada San Pedro”.

Más tarde, cuando la policía allanó el departamento del cantante, encontró varias jeringas sin utilizar en la mesa del living y cinco que habrían sido usadas, tiradas en el tacho de basura. Además, diez retazos de nailon oscuro, en general usados para envolver droga, y dos elementos metálicos con pedazos de lana de acero en su interior, que se utilizan para fumar sustancias psicoactivas.

“El testigo manifestó que al mediodía del 10 de julio habrían circulado desde el barrio Samoré hasta la localidad de Aldo Bonzi, trasladando un Ford Escort hasta un taller mecánico, de allí se dirigieron a la localidad de Tapiales, donde Alvarez habría adquirido un aparato de telefonía celular; desde esa zona habrían regresado al taller de Aldo Bonzi, para retornar con el VW Polo al barrio Samoré cerca de las 21.00 horas”, se detalla en el procesamiento firmado por el juez Martín Yadarola, y continúa: “Por ese entonces compraron helado, fruta y una botella de champagne, que habrían consumido en el departamento del causante. Finalmente, a las 02.00 horas del 11 de julio, nuevamente condujo el VW Polo, dejando al testigo en las cercanías del barrio Samoré para dirigirse hacia la localidad de Hurlingham”.

Luego Pity se encuentra con la joven que fue identificada como su novia. Junto a ella llegaron al departamento de Alvarez cerca de las 21. Según contó la chica, escucharon música, cenaron y se prepararon para ir al recital de Ulises Bueno, en el boliche Pinar de Rocha, en Ramos Mejía. La joven aseguró ante la Justicia no haber visto a Pity consumir drogas en ese lapso. También admitió que no se dio cuenta cuando Alvarez tomó el arma de fuego que después guardó en su campera, pero aclaró que sabía que siempre estaba armado porque “el barrio estaba complicado”.

De acuerdo al expediente, ambos salieron del domicilio de Alvarez aproximadamente a la 1.30 de la madrugada del 12 de julio. Allí se cruzaron con Díaz.

 “Qué hiciste”, le dijo la novia de Pity luego de que él disparara cuatro veces contra el cuerpo de Díaz, que supuestamente lo había interceptado buscando explicaciones porque aseguraba que el músico lo acusaba de haberle robado.

De ahí, Pity manejó unos 15 kilómetros en su VW Polo hasta el boliche donde daba su recital Ulises Bueno. Antes, descartaron el arma en una alcantarilla y el celular y la campera del músico, según detalla luego la joven.

Para el magistrado que lo procesó, los antecedentes de consumo masivo de drogas “no lo habrían colocado” con antelación al asesinato “en situaciones de una desconexión tal con la realidad que lo pongan fuera del marco de la ley”. Al contrario, el juez considera que el descarte de sus pertenencias y presentarse en el boliche habrían formado parte de una coartada para ubicarse en un lugar ajeno al crimen.

Unas 24 horas después de estar prófugo, Pity se entregó en la comisaría de Villa Lugano. Hace 16 días que duerme en el hospital psiquiátrico del penal de Ezeiza.