El hijo del sargento asesinado en la puerta de su casa del barrio porteño de Versalles por dos delincuentes que quisieron robarle el auto y le dispararon al verlo uniformado, aseguró hoy que a su papá “lo ejecutaron por ser policía” y que “el país perdió a un héroe”.

“Creemos que cuando se dieron cuenta de que estaba uniformado, le dispararon a quemarropa, lo ejecutaron por ser policía”, dijo David, hijo del sargento Juan Carlos Laila (57), quien murió cuando los ladrones, que en principio pretendían robar su Volkswagen Fox, le dispararon dos tiros en la cabeza.

El joven relató que Laila “estaba despidiéndose, yéndose a trabajar tranquilo” y que su madre lo estaba saludando en la entrada de la casa.

“Mi mamá vio a los delincuentes pero no se imaginó nunca el desenlace, no eran personas que dieran mala espina ni nada de eso”, contó.

David recordó que escuchó los disparos y que cuando salió para ver qué pasaba vio a los ladrones pero no a su padre.

“Uno de ellos me apuntó y yo y mi mamá nos metimos adentro de la casa para protegernos porque pensé que nos iba a disparar”, recordó, y agregó: “En ese medio segundo que tardé en volver a salir, no estaban más”.

Además, el hijo de la víctima comentó que su papá era “bombero retirado de la Brigada de Explosivos”, y que “fue una persona siempre abocada a su servicio”.