Comisaríos ricos: unos de los procesados tenía un yate y el otro una casa en Cariló

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Dos comisarios de la Policía Federal fueron procesados por la Justicia acusados por enriquecimiento ilícito y cobrar coimas a comerciantes cuando estaban a cargo de la comisaría 7ma de la Ciudad de Buenos Aires, según informaron fuentes judiciales. Uno se compró una casa de 1.110 metros cuadrados en Cariló, entre otros bienes, y el otro una embarcación valuada en 50 mil dólares. 

La decisión fue tomada por el juez de instrucción Hernán López, en una causa que comenzó a investigarse en el año 2013. La sospecha es que los comisarios Claudio Lucione -actualmente retirado y ex jefe de seguridad del club Boca Juniors- y Osvaldo Tapia -en servicios en la Superintendencia de Seguridad Metropolitana-recibieron “indebidamente sumas dinerarias de parte de distintos comerciantes de la jurisdicción”, entre los años 2008 y 2012 inclusive.

En el procesamiento se detalla el crecimiento patrimonial de los policías investigados. Por ejemplo, se destaca que el comisario Lucione se compró una casa de veraneo de 1100 metros cuadrados en el exclusivo balneario de Cariló, a pocos metros del Club de Golf.

En su declaración indagatoria Lucione, que actualmente se desempeña como asesor del secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, minimizó la compra y aseguró que la adiquirió en una “oportunidad increíble”. “Se trata de un terreno ubicado a 14 cuadras del mar. Cariló tiene 15 cuadras, es decir, es una casa situada no en una de las mejores zonas del lugar, está cerca del Golf, pero el golf recorre casi todo Cariló entero, por eso está cerca. Además tiene mil cien metros cuadrados el terreno, no la casa…imagínese que si fueran mil cien metros cuadrados construidos sería una mansión. La valuación debe hacerse sobre los metros construidos, no sobre el total del terreno. La compré en una oportunidad increíble, aproveché la oportunidad. En un momento en que el país estaba mal y el anterior dueño necesitaba plata”, declaró.

Además, contó que no vive allí y que generalmente la alquila. “Sin ir más lejos, ya la tengo alquilada para semana santa, la alquilé en febrero, suelo alquilarla para poder aguantar los gastos”, aseveró.

El comisario Tapia, por su parte, adquirió un yate “Day Cruiser” valuada en 50 mil dólares. En su descargo, explicó que “es de muy bajo valor en comparación con otras” y justificó su patrimonio: “Soy una persona sola, sin hijos, no tuve gastos extras, ni lujo, no conozco el exterior del país, ni siquiera tengo pasaporte en la actualidad. La única pasión que tengo, de toda mi vida, junto con mi hermano, es tener una embarcación, de muy bajo valor, en comparación a las numerosas embarcaciones que existen en el río, tratándose este de un valor real entre U$S 50.000 y exagerando a U$S 70.000, la que yo poseo un 50% de la misma, es decir, unos U$S 30.000 y de muy bajo mantención”.

Para el juez López “los imputados revisten la calidad de funcionarios públicos y abusando de su cargo, exigieron o hicieron pagar o entregar indebidamente, por sí o por interpósita persona, una contribución, un derecho o una dádiva o cobra, pues la conducta impropia de los autores de la concusión, conglobante con su abuso funcional y su imperiosa demanda, deberá tener la entidad de infundir en la víctima el temor genérico que la autoridad suscita”.

En el procesamiento por “concusión (coimas) y enriquecimiento ilícito” el magistrado les trabó un embargo por 1.000.000 de pesos, pero no ordenó sus detenciones.

También dictó el procesamiento por concusión de otro policía que prestaba servicio en la misma comisaría, acusado de ser el recaudador.

“Esas dádivas eran cobradas por Pablo Aksiuk y/o personal de la Brigada de Prevención de la Comisaría 7ª de la Policía Federal Argentina de parte de los comerciantes, en contra de su real voluntad, y a cambio de: más seguridad en la zona; permitir el libre comercio; y el permiso para el ingreso de mercadería ilegítima”, justificó el juez López, en la resolución a la que tuvo acceso Online-911.