La PFA desbarató una organización de “topos” que robaban los cables subterráneos simulando ser trabajadores de empresas prestadoras de energía, tras un operativo realizado en el barrio porteño de Mataderos.

Se trata de seis hombres que acopiaban elementos valuados en más de tres millones de pesos. Una tonelada y media de cables de conductos eléctricos subterráneos de cobre y aluminio, cajas de medidores de la empresa Edesur, contenedores aislantes de energía, fusileras y herramientas forman parte de lo incautado por la División Sustracción de Automotores de la PFA.

El operativo fue realizado en la calle Remedios al 5600. Allí se había implantado un local donde se acopiaba lo robado. El propietario esgrimió tener habilitación municipal para “depósito de metales nuevos”, pero se constató que todos los elementos tenían rastros de tierra. Por otro lado, no existía ningún tipo de documentación que respaldara los bienes ni contaba con las medidas mínimas de seguridad para el desarrollo de la actividad.

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Durante la requisa, supervisada por el director nacional de Investigaciones de la Secretaría de Seguridad, Rodrigo Bonini, los funcionarios comprobaron además la existencia de una gran cantidad de autopartes: llantas de distintas marcas y modelos, cubiertas, ruedas armadas, techos y capots de vehículos marca Dodge. Nada allí tenía numeración registral.

A instancias del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 20 a cargo de la Dra. Elizabeth Paisan, por ante la Secretaría N° 162 del Dr. Pablo Bebebino, se detuvo a los seis falsos operarios, se clausuró el depósito y se secuestró todo el material robado.