Tiene 19 años y se llama Matías. Ya nada será lo mismo para él, tampoco para sus padres, Guillermo y Marta. Es el hermano de Lucía, la chica de 16 años que fue drogada, violada y asesinada en Mar del Plata. Por el hecho, hay tres detenidos. Y una fuerte sospecha de un entramado narco detrás de este crimen. Tras la marcha del sábado, en la que unas 3.000 personas se juntaron para pedir justicia por Lucía, Matías la recordó en una emotiva carta, en la que además denunció que su familia fue amenazada de muerte, según publica Clarín.
“Y ahora, nos amenazan de muerte”. La verdad, me hubiera gustado poder ilustrar esta carta con alguna foto mía, riendo junto a mi hermana. O con una foto suya, abrazada por mis viejos. Pero no, no podemos, ni siquiera eso podemos, porque mientras intentamos procesar que la mataron y cómo la mataron, estamos obligados a procesar las amenazas de muerte que caen sobre todos nosotros”, escribió en Facebook.
El hecho puntual de la amenaza se habría dado unas horas antes de la movilización. Guillermo y Marta, padre y madre de Lucía, contaron que dos personas armadas pasaron por la puerta de su casa en una moto y les gritaron que los iban a “cagar a tiros”.
“¿Cómo era Lucía?. Vivía tranquila, sin salir mucho de casa, hasta ese maldito sábado, 8 de octubre. Pasaron a buscarla cerca de las 10, cuando papá ya se había ido a su laburo. Y a las 15, cuando mi mamá llegó de trabajar, encontró el Facebook abierto en su computadora, junto al equipo de mate, porque sí, Lucía creía que iba a volver inmediatamente a su casa… Se la llevaron engañada”, agrega la carta.
Después de la manifestación, las autoridades de Mar del Plata dispusieron que la casa de la familia Pérez cuente con custodia policial.
Con este nuevo caso y la seguidilla de violencia de género que no se detiene, se volvió a activar el pedido de Ni Una Menos, que junto a otras 50 organizaciones convocaron para este miércoles a un paro y una marcha de mujeres vestidas de negro para decir “basta de violencia machista”.
El mensaje del hermano de la adolescente cierra con un pedido de consciencia: “La próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: ‘Ni una menos’”.
La carta completa de Matías Pérez Montero:
“Y AHORA, NOS AMENAZAN DE MUERTE”
* Por Matías Pérez Hermano de Lucía, violada y asesinada en Mar del Plata.
La verdad, me hubiera gustado poder ilustrar esta carta con alguna foto mía, riendo junto a mi hermana. O con una foto suya, abrazada por mis viejos. Pero no, no podemos, ni siquiera eso podemos, porque mientras intentamos procesar que la mataron y cómo la mataron, estamos obligados a procesar las amenazas de muerte que caen sobre todos nosotros.
¿Cómo era Lucía? Como el arte, como el rock, como el amor a los animales. Ahí, en cada estrofa de Viejas Locas, en cada pogo ricotero y en cada abrazo a una mascota abandonada, la van a poder encontrar siempre, sonriendo, mimando a su perro y tirando buena onda para todos lados, por las dudas.
Vivía tranquila, sin salir mucho de casa, hasta ese maldito sábado, 8 de octubre. Pasaron a buscarla cerca de las 10, cuando papá ya se había ido a su laburo. Y a las 15, cuando mi mamá llegó de trabajar, encontró el Facebook abierto en su computadora, junto al equipo de mate, porque sí, Lucía creía que iba a volver inmediatamente a su casa… Se la llevaron engañada.
A las 18, una amiga me avisó que debíamos ir a la comisaría, porque mi hermana había sufrido un accidente. Nunca podría haber imaginado lo que me esperaba. Al llegar, con mi mamá, la oficial que nos atendió no sabía qué decirnos, de modo que permanecimos diez eternos minutos en la oficina del comisario, hasta que nos dieron la noticia. Y se nos cayó el mundo. Pedí reconocer el cuerpo, pero se negaron. Me rehusé a irme e insistí incansablemente, hasta que pude verlo: estaba en una camilla, con los ojitos entreabiertos, como acostumbraba a dormir.
Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel, los tres sospechosos, hoy están detenidos. Pero no nos alcanza: queremos justicia en serio, que se investiguen todas las causas en las que están involucrados y que cada persona con información pueda ir a la Fiscalía para aportarla. Necesitamos apoyo, sin importar de quién, porque este caso nos compete a todos y no pertenece a ningún sector partidario: se trata de una chica, mi hermana, que murió de una forma horrenda.
Y debemos ser conscientes, sí, porque esta vez le tocó a Lucía sufrir esa bestial violencia de género, pero la próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: “Ni una menos”.
Sólo así, evitaremos que maten a miles de Lucías más.
Y sólo así podremos cerrar sus ojos, para verla descansar en paz.