La Justicia busca a un sospechoso del crimen del policía bonaerense asesinado anoche de un balazo por la espalda en la Villa Puerta de Hierro, en San Justo, partido de La Matanza, en lo que se cree se trató de un ataque cometido durante una discusión con otras personas que lo increparon cuando descubrieron que era miembro de una fuerza de seguridad, informaron hoy fuentes judiciales.

Los pesquisas descartan la hipótesis de robo, ya que el policía tenía todo en su poder, incluso su arma reglamentaria, e identificaron al supuesto agresor en base a datos aportados por la novia de la víctima, que vive en Puerta de Hierro.

El hecho ocurrió anoche cuando el policía Jhonatan Macharone, quien se desempeñaba en la seccional 4ta. de La Matanza, se encontraba, franco de servicio y vestido de civil, en el asentamiento, donde comió un asado y bebió con su novia y otros amigos.

En circunstancias que aún no fueron determinadas, el efectivo fue increpado por otras personas que se aproximaron al lugar y lo identificaron como policía.

En medio de una discusión, Macharone recibió un tiro por la espalda y fue llevado malherido por un vecino al hospital Carrillo, de Ciudad Evita, donde murió.

De acuerdo a la información aportada por las fuentes, se descarta la pista del robo, ya que en poder del policía quedaron sus pertenencias y su arma.

El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, Carlos Arribas, procuraba establecer qué hacía Macharone en ese sitio, ya que se trata de un asentamiento muy peligroso, especialmente para un policía.

La novia del efectivo asesinado, Viviana López García (30), declaró en el marco de la causa y manifestó que habían estado allí desde las 10 de la mañana compartiendo un asado con amigos.

Según el relato de la mujer, a la noche llegaron otras personas que discutieron con Macharone y una de ellas extrajo un arma y le disparó directamente por la espalda adelante de todos.

El homicida, tras herir al policía, se refugió en un domicilio de la villa, un lugar de muy difícil acceso y de alta peligrosidad para el ingreso de la policía.

Esta madrugada, el fiscal Arribas ordenó allanamientos en ese lugar, aunque no pudieron concretarse durante la noche, ante el temor de que los efectivos puedan llegar a ser atacados por los habitantes del asentamiento.