El auto que presuntamente utilizaron los delincuentes que el lunes asesinaron a Juan Ignacio Tejero, el joven que recibió un disparo en el pecho cuando pretendieron robarle frente a su mujer en el partido bonaerense de Lanús, fue hallado hoy prendido fuego en el barrio porteño de Nueva Pompeya, informaron fuentes policiales.
Por su parte, el padre de la víctima, Juan Carlos Tejero, pidió esta mañana que los homicidas “paguen pena por pena” y que la ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, trabaje para “sacar las armas de la calle”.
Según las fuentes, el auto incendiado es un Chevrolet Cobalt gris, dominio MST-669, el cual fue hallado incendiado y con las puertas abiertas por personal de la comisaría 32da. de la Policía Federal Argentina (PFA) en la calle Berutti al 4500, de Pompeya, en el sur de esta Capital.
De acuerdo a los pesquisas policiales, este auto está vinculado al crimen de Tejero (22) ya que testigos del hecho alcanzaron a aportar las letras del dominio pero no los números, aunque estos coincidían con las primeras.
Además, los investigadores determinaron que el Cobalt había sido robado a mano armada el lunes último en jurisdicción de la comisaría 10ma. de la PFA, dijeron los informantes.
“No sé cómo voy a hacer para seguir viviendo, no sé cómo se sigue. Estamos mal, estamos viviendo mal”, dijo esta mañana a la prensa el padre de la víctima mientras se realizaba el velatorio de los restos de su hijo en una cochería de Lanús.
“Queremos que él que hizo esto pague pena por pena. Chorro que mató, chorro que hay que matar. Le pido a Bullrich que entre a las villas y saque las armas. Así como están haciendo con las drogas, que saquen las armas de las calles”, pidió Juan Carlos, quien anunció que la semana que viene realizarán una marcha en reclamo de justicia a la Municipalidad de Lanús.
El crimen fue cometido la noche del lunes, cuando Juan Ignacio y su pareja Alejandra (19) salían de la casa que comparten con su bebé recién nacido y su suegro a hacer compras para la cena.
“Venían de llevar al bebé al médico, me lo dejaron e iban a ir al supermercado para comprar la cena y cuando estaban adentro del auto, los agarran”, relató Gustavo, el suegro de Juan Ignacio, y agregó que supo por su hija que los delincuentes “eran dos” aunque no sabía si había “un tercero en el auto” en el que se movilizaban.
Según las fuentes, la pareja salió de la vivienda situada en Colombia 1583, en la localidad de Gerli, y subieron a su Peugeot 308 blanco cuando fueron sorprendidos por dos asaltantes armados que descendieron del Cobalt y los abordaron.
En ese momento, Juan Ignacio atinó a poner la marcha atrás, aceleró con la intención de escapar y el ladrón que los amenazaba del lado del acompañante le disparó un tiro que le impactó en el tórax, entre el hombro izquierdo y el pectoral.
Sin embargo, Gustavo aseguró que su yerno no se había resistido, sino que los delincuentes “directamente le dispararon”.
“No sé si la reacción de abrazarse de ellos (provocó el ataque) o qué, pero directamente le dispararon. Él la quiso cubrir a ella, por eso le entró la bala a él, para protegerla”, recordó.
Tras los disparos, los homicidas escaparon sin concretar el robo y Alejandra comenzó a pedir auxilio a los gritos, por lo que Gustavo salió de la vivienda y llamó al 911.
“Acá en la calle yo lo tenía en brazos, falleció prácticamente en mis brazos”, dijo entre lágrimas el suegro de la víctima, en referencia al estado grave en el que se encontraba Juan Ignacio cuando fue trasladado por una ambulancia al hospital Evita de Lanús, donde finalmente falleció.