La ola de crímenes que golpea a la capital santafesina y sus alrededores genera repercusiones en el poder político y en el interior de la Policía provincial. Los 88 homicidios registrados en lo que va del año obligan a tomar medidas.
En ese contexto, ayer se anunció un nuevo cambio en la cúpula de la Unidad Regional I. Adrián Rodríguez dejó la jefatura que a partir de ahora quedará en manos de Luis María Siboldi, como titular del área, y de Sergio Lacuadra, como subjefe.
En la asunción de las nuevas autoridades estuvo el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, quien se mostró preocupado por los índices de homicidios: “Estamos trabajando para reducir la violencia social esto no es sólo trabajo del Ministerio. Nos preocupa mucho este tema. Queremos reducir la cantidad de muertes violentas que tenemos que el Gran Santa Fe”, explicó.
La estadística preocupa. En 2015, para la misma época, la capital santafesina y sus alrededores registraban 66 crímenes, 22 menos que este año. De seguir así, 2016 podría alcanzar a la cifra récord de 2014, cuando hubo 155 asesinatos. Por densidad de población, es la ciudad con más crímenes del país, con 27 muertes cada 100 mil habitantes en el departamento la Capital. El número supera ampliamente a Rosario, que registra casi 17 muertes cada 100 mil habitantes.
Entre los móviles de los homicidios están los conflictos interpersonales, la puja de poder entre bandas, la pelea por el territorio y el negocio narco. “Es un tema preocupante a nivel cultural, ya que se resuelven diferencias insignificantes con un arma. En muchos casos, lo que antes terminaba a empujones o puñetazos hoy puede terminar apretando un gatillo”, explicó el fiscal regional de Homicidios a Clarín.
El flamante Jefe de la URI, Luis Uboldi, habló de una continuidad del trabajo realizado por Rodríguez y destacó que “una vez que tengamos el conocimiento de la realidad vamos a poder diagnosticar y utilizar el remedio necesario”.