Nueva marcha en reclamo de justicia por el crimen de Lucas Muñoz

1180

Familiares y amigos de Lucas Muñoz, el policía que estuvo desaparecido 27 días y luego fue encontrado asesinado en Bariloche, realizaron este sábado una nueva marcha en reclamo de justicia y cuestionaron a la cúpula de la Unidad Regional III, máxima autoridad de la fuerza provincial en la ciudad.

La movilización fue encabezada por los padres del policía asesinado, Benjamín Muñoz y Alicia Ocares; sus hermanos, Javier y Paola, y otros allegados a la familia, además del ex marido de Micaela Bravo (28), madre de tres chicos asesinada en marzo en el Alto de Bariloche, en un caso con encubrimiento y fallas de investigación muy similares al de Lucas.

“La cúpula que se instauró en la Regional III es un cáncer que contamina a toda la institución”, expresó Javier Muñoz y agregó que el crimen de su hermano “fue el resultado de esta corrupción”.

Además, pidió que el asesinato “no sea un número más” entre los homicidios de la provincia que involucran a policías.

Dijo que por culpa de los corruptos todos pierden “la confianza en la Policía” y afirmó que “tampoco se puede confiar en la Justicia”, en alusión a la investigación que conducen los fiscales Martín Govetto y Guillermo Lista.

También lamentó que “quieren tirarle el fardo al muerto, como hacen siempre, porque no se puede defender” y remarcó que “Lucas tenía un legajo limpio y era un buen policía”, en referencia a versiones de los investigadores según las cuales Muñoz fue asesinado en un “pase de facturas” entre mafias de narcotraficantes.

Muñoz (29) era oficial de servicio en la comisaría 42a. del barrio Dos de Abril de Bariloche y desapareció el jueves 14 de julio, cuando iba camino a la unidad, armado y uniformado.

El joven estuvo 27 días desaparecido sin que se hallara un solo rastro, presuntamente por el encubrimiento en que incurrieron una decena de policías y jefes imputados por esa figura, de los cuales tres se encuentran detenidos.

Finalmente, fue encontrado el 10 de agosto muy cerca de la seccional donde trabajaba.

Las primeras pericias de Gendarmería establecieron que Muñoz fue asesinado de un disparo en la nuca, poco antes y en otro sitio distinto del donde se halló el cadáver, y que tenía un tiro en la pierna que, según se sospecha, recibió en un intento de fuga.