Gabriela Villarroel, la joven de 18 años que ayer fue hallada asesinada en el barrio porteño de Villa Lugano, murió por “asfixia mecánica”, según la autopsia.

Los expertos del Cuerpo Médico Forense le indicaron a la jueza que el crimen ocurrió hace 48 horas, es decir el domingo, con lo que la víctima estuvo viva durante los dos primeros días de su desaparición, informaron fuentes de la investigación.

Según pudo acreditar la fiscalía, Villarroel, de 18 años, desapareció en la tarde del viernes pasado, cuando acompañaba a su hermana a un cibercafé en el barrio porteño de Villa Lugano.

En un momento del trayecto, Villarroel dejó a su hermana de 14 años, y le dijo que iba a encontrarse con su novio de 20 años en la esquina de Somellera y la Avenida Larrazabal.

Sin embargo, éste al ver que no llegaba, se comunicó con la madre de la chica, quien el sábado efectuó la denuncia por averiguación de paradero en la Comisaría N°48.

Silvana Russi, a cargo de la fiscalía de turno con esa jurisdicción, encomendó múltiples medidas de prueba al personal de la Seccional 48 y de la División Búsqueda de Personas de la PFA, para establecer su paradero.

Así, por medio de imágenes de la joven, en las inmediaciones del lugar, sus registros telefónicos y los testimonios de sus familiares se pudo reconstruir sus últimos movimientos hasta que uno de ellos reveló que la joven mantenía una relación sentimental con la ex pareja de su tía materna, Néstor Fabián Quintana, un suboficial segundo de la Prefectura Naval Argentina.

Posteriormente, se procedió a la detención del nombrado, quien admitió haber asesinado a Gabriela Villarroel en el marco de una discusión. Tras el allanamiento realizado ayer a la noche en uno de sus tres domicilios, sito en calle Zelarrayán 5336, se encontró el cuerpo sin vida de la joven, que estaba en posición fetal y envuelto en una sábana y una bolsa plástica.