El detenido por el crimen de Micaela a la espera de ser indagado

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El sospechoso detenido por el crimen de Micaela Ortega, identificado como Jonathan Luna (26), será indagado en las próximas horas por el fiscal de la causa, Rodolfo De Lucía, por el delito de “homicidio criminis causa”, es decir que el asesino mató para lograr la impunidad de otro delito, en este caso, el robo.

Desde anoche, familiares, vecinos y compañeros de la adolescente participaban del velatorio que se llevaba a cabo en la sala 2 de la casa de sepelios Bonacorsi, ubicada en la calle Mitre 468, a pocas cuadras del centro de la ciudad.

Escenas de dolor se registraban en el lugar, donde se encontraban los padres de la nena, Mónica Cid y Claudio Ortega, familiares directos de la menor como así también compañeros de la escuela Marina Coppa a la que asistía y del club Danubio, en el que practicaba patín.

A las 14, el cuerpo de Micaela será inhumado en el cementerio municipal de Bahía Blanca ubicado en Fragata Sarmiento y Pringles.

En tanto, esta madrugada fue trasladado el sospechoso Luna hasta los tribunales de Bahía Blanca para su indagatoria.

El joven pasó la noche detenido en una dependencia policial fuera de Bahía Blanca, por cuestiones de seguridad.

El acusado ya había sido condenado por la justicia rionegrina por “robo agravado” y en el marco de esa sentencia fue que en diciembre de 2014 violó el régimen de salidas transitorias y por eso se encontraba en rebeldía con la justicia.

El informe psicológico de Luna

Un informe psicológico realizado en 2014 a Luna para evaluar si estaba en condiciones de acceder a salidas transitorias de prisión indicaba que “ha demostrado ser merecedor de la confianza en él depositada”, a pesar de lo cual al día siguiente de salir del penal se profugó.

Fuentes judiciales informaron que el ahora apresado estaba prófugo desde diciembre de 2014 del Establecimiento Ejecución Penal 2 de la ciudad rionegrina General Roca, donde cumplía una pena de cinco años y 2 meses de prisión por “robo calificado”, dictada por la Cámara Criminal Primera de Roca el 7 de marzo de 2013.

Según un informe realizado por el Poder Judicial de Río Negro, el hecho por el que fue condenado se registró en abril de 2012 en la zona rural de la localidad de Chichinales, cuando Luna le robó un teléfono celular a una mujer, luego de amenazarla con un cuchillo.

Por ese episodio, el joven fue detenido el 25 de abril de 2012 y alojado en el Penal 2 de Roca.

En función de los plazos que impone la Ley de Ejecución de Penas (Ley 24.660), el 25 de noviembre de 2014 Luna quedó en condiciones de acceder al beneficio de salidas transitorias de prisión, que le fue concedido por el juez de Ejecución Juan Pablo Chirinos el 17 de diciembre de 2014.

Inicialmente, el juez autorizó una salida mensual de 24 horas bajo tutela de la pareja de Luna, quien designó su vivienda particular en General Roca como domicilio de referencia.

Para acceder a ese beneficio, el joven tenía como condición no salir de la ciudad, dormir en ese domicilio y circular siempre en compañía de su tutora, entre otras pautas de rigor, como abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y/o estupefacientes.

Pero antes de otorgarle el beneficio, el juez Chirinos valoró que Luna había cumplido más de la mitad de la condena, que no tenía otras causas abiertas, no registraba otros antecedentes penales y fundamentalmente su conducta en prisión y su favorable informe psicológico.

Según las fuentes, el ahora acusado del crimen de la niña alcanzó en la prisión calificaciones de nueve en conducta y siete en concepto, mientras que tuvo un informe favorable del psicólogo y el licenciado en servicio social del Gabinete Técnico Criminológico del Penal.

Además, el dictamen del Consejo Correccional del Penal indicó que las salidas bajo tuición tendrían “efectos beneficiosos para el futuro personal, familiar y social” de Luna.

Antes de dictar su sentencia, Chirinos solicitó una ampliación del informe psicológico al Penal, del cual surgió que con su trabajo intramuros el interno “ha demostrado ser merecedor de la confianza en él depositada”.

De acuerdo a lo que indica el informe judicial, la primera salida de Luna fue el 19 de diciembre de 2014 y ya el día 20 el interno incumplió con lo pactado y jamás regresó.

De inmediato, el Servicio Penitenciario emitió una circular a la Policía de Río Negro “para su individualización y detención”.

El 22 de diciembre la situación fue notificada al Juzgado de Ejecución y para el 23 de diciembre la orden de captura ya había sido librada mediante oficio a la Jefatura de Policía de Río Negro, al Registro Nacional de Reincidencias, a la Secretaría Electoral y a Migraciones.

El juez Chirinos, al ser informado ayer sobre la detención de Luna como presunto autor del homicidio Micaela, tomó contacto con el Fiscal de Bahía Blanca, Rodolfo De Lucía, a quien le remitió en forma digital todas las constancias pertinentes del expediente de Ejecución, añadieron los voceros.

Habló la pareja de Luna

María Espinoza, la pareja de Luna, dijo hoy que íntimamente sabía que Jonathan Luna había matado a la niña, ya que lo reconoció en el video en el que camina junto a ella, aunque no dijo nada porque él la amenazó con hacerla “boleta” junto a sus hijos.

“Yo lo identifiqué por las cámaras la primera vez que lo vi. Lo identifiqué y le dije si era él, me dijo que no y que cerrara el orto sino me iba a cagar matando porque era muy violento”, relató la mujer en una entrevista con el portal La Brújula 24. com.

Espinoza aseguró que su pareja la golpeaba, que la última vez la dejó “postrada tres días en la cama” y que por eso tuvo miedo de hablar, a pesar de que íntimamente estaba segura de que Luna había matado a Micaela.

“El me confesó ese día que yo volvía de trabajar y estaba acá todo mojado. Le pregunté donde había ido y me dice ‘fui por ahí’. Le digo ¿adónde es por ahí? si te dije yo que no salieras, ‘fui a robar un teléfono’, ¿a robar un teléfono? ¿y por qué hacés eso’?, ¿a quién se lo robaste?, ‘a una piba’, ¿a qué piba? le digo’, ‘a una piba'”, relató la mujer.

Y continuó: “Hace 15 días me dijo que tan sólo le había robado el teléfono, yo le digo ¿la golpeaste?, ‘no’, ¿la mataste?, ‘no, solamente le robé. Vos no hables porque donde vos hablas te hago boleta a vos y mando a hacer boleta a tus hijos'”.

Al ser consultada sobre si ella le creyó o lo creía culpable, Espinoza respondió: “Yo, para mi pensar, pensé que él la había matado, no dije nada, pero lo pensé”.

Finalmente, la mujer admitió que Luna “conquistaba chicas por Facebook” y que ese era el motivo de las peleas que mantenían.

“Teníamos muchas peleas por esto del Facebook y el Whastapp”, aseguró.

Antes de concluir la entrevista que brindó luego de declarar en la fiscalía donde se instruye la causa, Espinoza dijo: “Que se arrepienta de lo que hizo, aunque esa vida no la paga con nada, porque yo soy madre y no me gustaría que a mis hijos les pasara algo así”.

Un informe de un organismo estadounidense, clave

Un informe aportado por un organismo estadounidense que trabaja contra la pedofilia y la explotación de niños fue para la fiscalía un elemento clave para poder llevar a cabo el allanamiento en la casa de Jonathan Luna, donde se hallaron elementos de la niña.

Así lo consideraron hoy el fiscal que instruye la causa, Eduardo de Lucía, y el fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, al relatar cómo se llevó a cabo la pesquisa que derivó en la confesión del sospechoso, quien los guió hasta el lugar donde estaba el cuerpo de la niña desaparecida el 23 de abril pasado.

Los investigadores tuvieron en cuenta un informe aportado por The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos, un organismo que trabaja contra la pedofilia y la búsqueda y explotación de niños que detectó mediante Facebook que la mujer podría tener alguna vinculación con Luna, quien a su vez poseía cinco cuentas abiertas bajo distintos nombres.

“Por las particularidades de este caso, dicho organismo recopiló información de Facebook y tuvimos una parte de la conversación que tuvo Micaela y unos perfiles relacionados con esta persona (Luna)”, explicó el fiscal de Lucía en diálogo con Télam.

“No sabíamos quién era, tenía cuatro perfiles y uno de ellos estaba dado de baja”, detalló el fiscal al comentar que en uno de ellos figuraba bajo el nombre de “Jony de River”.

Tras hacer un entrecruzamiento, los pesquisas llegaron a la pareja de Luna, quien declaró como testigo el sábado último y posibilitó el allanamiento a la vivienda en la que se encontró el teléfono celular de Micaela, una planchita de pelo y restos de ropa.