Barreda perdió 10 kilos, está débil y sufre de demencia senil

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Menos de una semana pudo aprovechar Ricardo Barreda de la plena libertad de movimiento después de que la Justicia determinara que su condena estaba cumplida. Ahora está impedido de moverse por su propia voluntad, pero esta vez por razones sanitarias: desde el jueves a la noche está internado en una sala común de un hospital de Tigre. Allí señalaron ayer que atraviesa una situación de debilidad física “intensa” y que por momentos sufre de un “cuadro compatible con demencia senil”.

Según informaron fuentes sanitarias al diario Clarín, el cuádruple homicida –que terminó de cumplir su condena a perpetua el 19 de mayo pasado– presenta una “pérdida de 10 kilos de peso”, aunque está “hemodinámicamente estable”. Además, arrastra dolores de una fractura de cadera que sufrió hace unos años, al parecer no tratada en forma adecuada. Eso le provoca “intensos dolores en uno de los hombros”, explicaron.

Los especialistas del servicio de Salud Mental del Hospital Zonal de Agudos “Magdalena V de MarAsí lo retrató una vecina esta semana en el hospital. tínez”, de la localidad de Pacheco –donde se encuentra internado–, agregaron que Barreda tiene un “deterioro cognitivo mínimo”, atribuible al estado clínico general.

El odontólogo platense condenado a perpetua por haber asesinado en noviembre de 1992 a su esposa, sus dos hijas y su suegra deberá quedar internado al menos otras 48 horas para seguir la evolución de su salud, informaron los médicos del centro asistencial provincial.

“A veces se pierde y no puede definir tiempo y lugar”, reconoció uno de los profesionales que lo asisten.

Hace una semana se conoció el dictamen del juez de Ejecución Penal Raúl Dalto, quien determinó que la condena que le impuso un tribunal de La Plata en 1995 estaba cumplida. Hasta ese momento estaba con libertad condicional y vivía en una casa prestada en la periferia de General Pacheco, partido de Tigre. Estaba solo y no mantenía trato con los vecinos. “Seguramente esa situación lo llevó a alimentarse mal y, sumada a su edad (está por cumplir 80 años), se afectó su estado general”, especuló un médico.

Así, deteriorado, se lo veía en una foto que esta semana subió una vecina de Tigre a las redes sociales. La mujer se lo encontró en el hospital, lo notó desvalido y no lo reconoció. El le dijo que se llamaba Alberto Navarro y que estaba abandonado. Conmovida, subió su foto a Facebook y pidió a sus contactos que ayudaran a encontrar a su familia: “Vamos a compartir esta foto y, quién dice, la familia se arrepienta (de haberlo abandonado) y lo vaya a buscar”, decía el texto que escribió. La publicación se viralizó de inmediato: el dentista platense estaba sentado en una sala de espera con los pantalones semi caídos y una bolsa de cartón en una mano.

Según trascendió, ese día no lo atendieron, discutió con una enfermera y se fue. Cuando se supo que “Navarro” era Barreda, personal del área de asistencia social del Municipio lo fue a buscar a su casa y lo llevó otra vez al hospital. Allí lo revisaron y, luego de que sufriera un brote psicótico, decidieron internarlo y tenerlo bajo observación hasta el lunes cuando estén los resultados de los estudios que le hicieron.