Para la Justicia, en Costa Salguero hubo un sistema de venta de droga

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En el predio de Costa Salguero, donde se hizo la fiesta Time Warp, se armó un “dispositivo” para vender droga. Apenas ingresaban los asistentes, se cruzaban con los dealers que ofrecían “lsd, éxtasis, cocaína y superman”. Era el comienzo de la tragedia, que terminó con cinco jóvenes muertos y otros cuatro que continúan internados.

Así lo sostuvo el fiscal federal Federico Delgado en un dictamen donde solicitó la “inmediata detención” de Adrián Conci, presidente de la empresa Dell Producciones SA, firma que organizó la Time Warp.

Para Delgado, hubo “una actuación deliberada en la que la vida se subordinó a la decisión de lucrar con la venta de drogas y todo ello terminó con la muerte de cinco personas”.

Poco después de recibir el pedido del fiscal Delgado, el juez federal Sebastián Casanello, a cargo de la causa, ordenó la detención de Conci. La defensa del imputado pidió la exención de prisión, pero esta mañana el fiscal Delgado pidió que se rechace.

“En efecto, más allá del evento musical o a propósito de él, se montó todo un dispositivo de venta de drogas que tomó un cariz dramático, pero real, en la medida en que dentro de ese mercado que fue la Time Warp se suscitaron diversas situaciones que agravaron el curso del evento, como ser, entre otras, baños colapsados, nula ventilación, ambiente sin ventanas y sin ventiladores, altísimas temperaturas, grandes colas de personas para acceder a la compra de botellas de agua [más de una hora de tiempo], las cuales se vendían a 40 pesos e incluso se llegaban a pagar $ 100 si en la caja no tenían cambio, robos de botellas de agua y avalanchas en el ingreso y en horario pico producto de la excesiva cantidad de gente que había”, sostuvo Delgado en el dictamen, al que tuvo acceso el diario La Nación.

El representante del Ministerio Público comparó lo sucedido en Costa Salguero con la tragedia de Cromañón, donde el 30 de diciembre de 2004 murieron 194 personas. También sostuvo que habrá que continuar la investigación para determinar si Conci actuó solo o en complicidad con otras personas.

“De hecho, al menos seis médicos que prestaron asistencia sanitaria en el lugar dijeron que a partir de las 4.30 aumentó exponencialmente la cantidad de pacientes de gravedad que presentaban signos de intoxicación y que los pacientes les refirieron que habían consumido principalmente pastillas adquiridas en el mismo evento. Es inevitable pensar en Cromañón. Una testigo lo resumió como nadie: «Era una caja de aluminio»”, afirmó Delgado.

En la investigación de la fiesta también participa la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo del fiscal federal Diego Iglesias. En la Procunar, según informaron fuentes judiciales, declararon testigos que aportaron datos para avanzar sobre la hipótesis de que en la Time Warp había más asistentes que los que permitía la habilitación de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).

“La habilitación autorizaba a vender 13.000 tickets, pero se investiga si hubo muchas más personas. Testigos declararon que tenían entradas numeradas que pasaban los 15.000”, dijo una fuente judicial.

En las últimas horas, por orden del juez Casanello, se hicieron allanamientos en dependencias de la Prefectura Naval, en la AGC, en la empresa Energy Group SRL (que proveyó la bebida energizante Speed y las aguas Block), en el grupo Semec (que se encargó de la asistencia sanitaria) y en la compañía que aportó a los socorristas.

En los allanamientos y registros se secuestró una factura del pago del servicio de policía adicional a la Prefectura Naval por 30.000 pesos, informaron fuentes de la causa. Casanello también dispuso ayer una inspección en Costa Salguero. “El objetivo de los allanamientos fue el secuestro de la documentación referida a la organización de los eventos y a los contratos firmados”, explicaron los voceros consultados.

Para Delgado, a Conci habría que imputarle el artículo 5 inciso c de la ley 23.937, que prevé una pena de entre cuatro y 15 años de cárcel para quien “comercie con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación o los tenga con fines de comercialización, o los distribuya, o dé en pago, o almacene o transporte”. Y se ve agravado por el artículo 11, incisos a y e, que establecen el aumento de la pena si el delito se comete en perjuicio de menores de edad y si se lleva a cabo en “sitios donde se realicen espectáculos o diversiones”.

“En efecto, según informaron los testigos, al ingresar en el lugar, si bien había personal de seguridad, lo cierto es que no se solicitaba la exhibición del DNI y la revisación era escasa, y a medida que el caudal de gente aumentaba era menor y de forma más superficial”, afirmó el fiscal. Y agregó: “No bien se ingresaba los vendedores de drogas recibían a la gente ofreciendo «LSD, éxtasis, cocaína y Superman». El lugar además estaba hacinado, con poca ventilación, hacía calor y escaseaban las bebidas a medida que los concurrentes las necesitaban. Por ello muchos tuvieron principio de asfixia. Pero no sólo se racionó la venta de bebidas. También, según algunos testigos, la red de agua corriente se cerró a la madrugada. Para completar el cuadro, los organizadores fueron indiferentes a las convulsiones de las víctimas. Durante 15 minutos sólo miraron y oyeron los gritos de auxilio de los demás”.

Fuentes de la Policía Federal informaron que según los primeros peritajes de laboratorio sobre las pastillas secuestradas se determinó que había éxtasis y PMMA, la droga conocida como Superman.

En declaraciones al canal de noticias C5N, Fernando Burlando, abogado de Dell Producciones, sostuvo: “Los organizadores no son los que venden la droga. Su negocio es organizar la fiesta. Tratar de hacer las cosas bien”.