Fue un golpe preparado en todos sus detalles y salió como lo habían planificado. En un camión, los asaltantes se llevaron unas 30 motos, cascos, una gran cantidad de repuestos, computadoras con información y documentación contable, además de provocar destrozos en casi toda la planta. El objetivo fue la fábrica de motos Zanella, en la localidad de Caseros. El año pasado, en ese mismo lugar había sido asaltado un gerente de la misma empresa. Los ladrones lo encañonaron y escaparon con su auto, que aparecería abandonado poco más tarde.
El nuevo episodio sucedió en la tarde del sábado, alrededor de las siete. Fueron al menos cinco los asaltantes que lograron entrar a la planta situada en Cafferatta al 4400, en el partido de Tres de Febrero, al noroeste del Conurbano, una de las tres fábricas que tiene la marca en el país, según publica el diario Clarín.
“Fue un grupo comando que logró ingresar a las instalaciones por la puerta principal y controlar al personal de vigilancia”, contó Soledad Fraire, gerente de Recursos Humanos y Legales de la firma.
Creen que la banda conocía bien el lugar. Todo sucedió con la fábrica cerrada y con la presencia de apenas un empleado de seguridad. “Lo ataron, lo encapucharon y hasta le quitaron el uniforme. Luego lo dejaron encerrado durante varias horas en un depósito”, prosiguió Fraire. Con el vigilador fuera de juego, los asaltantes comenzaron su tarea.
Los ladrones metieron al menos un camión adentro de la fábrica, en el que fueron subiendo las motos, cascos y repuestos de todo tipo. También se aseguraron de que las cámaras de seguridad de la firma no pudieran registrar nada. Y además de provocar algunos destrozos, se robaron gran cantidad de computadoras y material informático de la empresa.
“A primera vista pudimos notar que se habían llevado unas 30 motos estilo retro modelo Styler (valuadas en unos 25.000 cada una). También se llevaron un tipo de cascos que solamente fabricamos nosotros, somos la única empresa que los vende. Robaron muchísimos repuestos de moto, todavía no sabemos cuántos, cámaras y sistema informático. No sabemos con qué objetivo, pero imaginamos que para venderlo”, dijo Fraire.
Además, comentó que se enteraron de lo sucedido “el mismo sábado a la noche y de inmediato se armó un equipo para reconstruir el sistema informático. Los operarios llegaron esta mañana (por ayer) y fue muy desolador para todos”.
En la planta trabajan al menos 350 operarios, aunque en ese momento estaba cerrada. “Rompieron todo, estaba todo destrozado. Es una situación muy triste, porque es el producto del trabajo de mucho tiempo. No hay muchas concesionarias que vendan estos cascos, con lo cual hay que prestar atención por si llega a aparecer alguno. Y la moto es un producto nominado, con lo cual suponemos que muchas tienen destino de desguace”, agregó Fraire.
La banda abrió al menos una caja fuerte en la que había dinero en efectivo y documentación del área de Calidad, además de archivos en formato electrónico con información del movimiento económico de la firma. “Esta es una zona tranquila, de gente de clase media trabajadora en la que hay otras fábricas. Ahora estamos esperando las cámaras que puedan aportar los vecinos para ver si se puede observar algo”, dijeron desde la empresa.
El 28 de septiembre pasado, Walter Steiner (67)–presidente de Zanella, quien suele moverse acompañado de un chofer– salía de esa misma planta alrededor de las 19 y cuando estaba por subirse al auto, un Peugeot 508 estacionado en la vereda, fue sorprendido por tres motochorros que le robaron dinero, celulares y escaparon en su coche, que horas después aparecería abandonado en un asentamiento de El Palomar. Fraire también se había subido a ese coche.
